La afición marsellesa cambió la violencia por los gritos de ánimo

No hubo que lamenta rincidentes





Los ultras galos se comportaron de forma correcta. Estuvieron situados en lo alto del fondo norte y rodeados de un amplio dispositivo de seguridad y de una red para evitar el lanzamiento de objetos. Los 2.500 aficionados marselleses que viajaron a Madrid -entre los que no se encontraba el polémico Santos Mirasierra- no han parado de animar a su equipo durante los 90 minutos, haciéndose oír incluso más que los locales en algunas fases del choque.

Los sucesos acontecidos el año pasado, cuando los seguidores del conjunto galo se enfrentaron a la policía en las gradas del campo del Atlético de Madrid, habían puesto en alerta a las fuerzas del orden. Sin embargo, hoy la policía española no tuvo que actuar y todo se desarrolló con normalidad. El único lunar de la afición gala fueron los insultos aislados que dedicaron a Madrid, respondidos de inmediato por los seguidores madridistas.

A la conclusión del partido, el cordón policial se mantuvo alrededor de los aficionados del Olympique, que no abandonaron el Bernabéu hasta que estuvo totalmente vacío de público madridista.