"Si esa decisión fue tomada, es porque probablemente el Real Madrid quiere preservar la continuidad de los tratamientos (...) Estará basada en una opinión médica y tenemos que respetar eso", apuntó a la prensa lusa Queiroz, quien quiso evitar "polémicas o especulaciones".
LA RELACIÓN CON EL REAL MADRID, CORRECTA
Aun así, el seleccionador portugués señaló que no tiene conocimiento de una decisión oficial del club merengue y realzó que la relación entre el Real Madrid y la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) ha sido correcta dentro del normal respeto profesional. "Apenas sabemos lo que dicen los profesionales de la comunicación social, no los responsables del club", cerró el técnico, quien ayer comentó que esperaba la presencia del número 9 del Real Madrid en Guimaraes, ciudad a 370 kilómetros al norte de Lisboa.
Ronaldo, en el centro de la polémica, había manifestado a un rotativo luso su deseo de arropar como espectador a sus colegas de selección en el partido ante Malta, en el que una hipotética victoria portuguesa aseguraría al combinado de Queiroz la repesca mundialista. Sin embargo, el Real Madrid le habría impedido viajar, ya que el astro portugués se recupera de un esguince de tobillo que se reprodujo en el Portugal-Hungría (3-0) del pasado sábado, cuando el delantero se retiró dolorido en el ecuador de la primera parte.
RONALDO ARRIESGÓ ANTE HUNGRÍA
Ronaldo, que permanecerá cerca de un mes de baja, reconoció que, a pesar de sentirse "bien", no estaba al cien por cien después la lesión sufrida el pasado 30 de septiembre, pero subrayó que jugó frente a Hungría para ayudar a su país. Portugal, que el pasado sábado se aupó al segundo lugar del Grupo 1 que da opción a la repesca, necesita superar a Malta mañana para asegurarse ese puesto.
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