Sin pegada no hay fiesta

El Madrid acosó al Sporting en la segunda mitad, pero acusó la falta de goles y de goleadores. Teixeira anuló un gol a Raúl, y Granero falló un disparo solo ante Juan Pablo, el mejor de los locales





Los locales se presentaron con los guantes abajo, dispuestos a pelearle cara a cara al pseudo galáctico Real Madrid que pudo viajar a Gijón desde el primer minuto del encuentro. Y vaya si lo hizo, pues fue el Sporting el que lanzó los primeros amagos. El conjunto blanco salió algo ‘amilanado’ aún del partido del miércoles y Morán ya pudo adelantar a los suyos al minuto diez. ¿Cómo? Pues nuevamente gracias a un centro lateral mal defendido. Afortunadamente para los intereses blancos, el atacante rojiblanco remató alto cuando estaba prácticamente solo dentro del área.

Tras ese remate, el Sporting llevó el “uy” a las gradas con dos nuevos centros en lo que los hombres de Pellegrini se encontraban sobre el césped. Barral y De las Cuevas cerraban muy bien las conexiones blancas desde la zaga con Xabi, mientras que un desafortunado Diarra casi destruía más el juego merengue que construía. Así, sólo Drenthe desde la banda fue capaz de acercarse algo al área de Juan Pablo. Pellegrini se decidió por fin a romper el cuadrado mágico y entre los violinistas Kaká y Granero metió un extremo en la izquierda que por fin aportó algo de profundidad en las bandas al Madrid. La pena es que tanto el Pirata como Ramos en la otra banda estuvieron desaparecidos, y la aportación del holandés se antojaba algo escasa para un equipo de la categoría del Real Madrid.

Kaká lo intentó desde la punta de ataque (la misma que Raúl habitaba aunque no lo pareciera), y cada vez que el brasileño

FICHA TÉCNICA


Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía, Gregory, Canella, Michel, Rivera, Luis Morán (Iván Hernández m 80), De las Cuevas (Carmelo m 74), Diego Castro y Barral (Bilic m 62)

Real Madrid
: Casillas, Sergio Ramos, Pepe, Garay (Albiol m 65), Marcelo, Diarra, Xavi Alonso (Van de Vaart m 76), Drenthe (Guti m 57), Kaká, Granero y Raúl.

Árbitro: Teixiera Vitienes. Mostró tarjetas amarillas a Sergio Ramos (m 38), Raúl (m 40), Botia (m 49), Drenthe (m 55), Rivera (m 84), Diarrá (m 84)

Incidencias: Alrededor de 23.000 espectadores e El Molinón.

recibía sacaba algo con la chispa propia de los grandes. Suyo fue el único disparo del Madrid entre los tres palos en la primera parte, mientras que el Sporting se fue al vestuario con tres ocasiones claras, la última un disparo de Miguel De las Cuevas rozando el descanso desde la frontal del área salvada estupendamente por Casillas.

EL MADRID ACOSÓ AL SPORTING EN LA SEGUNDA MITAD... PERO NO DERRIBÓ

Algún grito que otro se debió dar en el descanso en la caseta blanca (esta vez, literal), porque los hombres de Pellegrini salieron bastante más activos en la segunda mitad y Granero tuvo una inmejorable ocasión nada más reanudarse el partido tras un pase de Kaká de esos que llaman de la muerte, pero que en este caso Juan Pablo evitó que tocara las mallas rojiblancas. En los primeros compases tras el descanso sólo existía un equipo, el blanco, y a ello ayudó la salida al campo en el minuto 57 de Guti, que reaparecía tras su lesión. El damnificado fue Drenthe, que acababa de ver una amarilla, y a pesar de que Pellegrini decapitaba las bandas, el ‘14’ blanco le dio un plus más al conjunto merengue. Sin embargo ese dominio no fructificaba en goles.

Kaká, el más enchufado en el Madrid, tuvo una falta en el balcón del área que Juan Pablo despejó con la punta de los dedos, Xabi mandó alto un rechace desde fuera del área y Pepe remató mansamente un córner... el balón no quería entrar. Viendo que se escapaban los tres puntos, rondando el minuto 75 Pellegrini dio salida a Van der Vaart por Xabi Alonso, que se retiró con algunas molestias físicas. Todas las velas de la nave merengue estaban desplegadas, pero por mucho que cercaban el tesoro, no llegaban a cazarlo. En los últimos minutos el Madrid terminó bombardeando el área rojiblanca con jugadas a balón parado, nacidas la mayoría de las botas de Van der Vaart, e incluso Teixeira llegó a invalidar por manos de Kaká un disparo de Raúl que acabó en la red, pero ni con esas subía el tanto al electrónico y finalmente dos puntos se quedaron en el camino. Esta vez que el conjunto blanco mejoró algo en el juego y en intensidad, le faltó punch… y sin pegada no hay fiesta.