¿Quién es responsable de la falta de juego del equipo?

Jugadores, entrenador y directiva han demostrado no saber todavía a qué juegan





El Madrid inició la temporada 2009/2010 con clara y sana intención de revancha para con su eterno rival en un intento por olvidar los recientes triunfos de éste la campaña anterior. Un desembolso millonario hizo recuperar la ilusión de una afición ya desencantada. Los goles, la salsa del fútbol, encubrieron en las primeras jornadas la acuciante falta de juego de un equipo creado para apabullar a los rivales. Ahora, con una mala racha de de tres derrotas, un empate y una victoria en cinco partidos (entre Liga, Copa y 'Champions') llega el momento de depurar responsabilidades.

Cómo no, en primer término aparece la propia plantilla madridista. Un acopio de Balones de Oro, la revalorización del jugador español y el intento de conjugar la veteranía con el rejuvenecimiento del equipo parece no haber servido para que entre todos se despliegue un fútbol que atraiga al aficionado. Falta de actitud, autoindulgencia o lucha de egos son algunos de los males que se le achacan a una plantilla que encuentra la fluidez en su juego con cuentagotas. Precisamente en el último partido ante el Sporting de Gijón se vislumbró un intento por controlar el juego que sólo la falta de gol terminó por desvanecer. Ahora, la derrota en Alcorcón vuelve a colocar en el disparadero a muchos de los que jugaron este partido.

Como director de orquesta se encuentra el técnico Manuel Pellegrini. Tras varias opciones fallidas llegó a Madrid como

garante de un juego de toque con vocación ofensiva capaz de rivalizar con el Barça del "triplete". Más de tres meses después de su desembarco los aficionados aún no saben cuáles son las intenciones de un entrenador con querencia por las rotaciones y el fútbol sin bandas que, además, tiende a escudarse en los números cuando la constatación de su propuesta deportiva a pie de campo no le acompaña.


Por último, pero no por ello menos importante, la Junta Directiva del Real Madrid con Florentino Pérez a la cabeza. Su modelo de gestión deportiva, aunque deslumbrante, se destapó como ingobernable en su anterior etapa. Muchos creyeron ver en su retorno a la presidencia la posibilidad de recobrar la gloria de una entidad y su afición que no parecia contentarse con un par de campeonatos nacionales. Varios glamurosos fichajes, polémicos traspasos, indolentes victorias y doloroso tropiezos después el madridismo vuelve a mirar con recelo una política de la exuberancia que hasta la fecha

trata de volar alto con alas de cera.

En definitiva, unos vaivenes que podrían ser propios de un club que trata de reinventarse pero que hasta la fecha no ha logrado sobrevivir más allá de su deslumbrante destello inicial. Unos jugadores, entrenador y directiva que viven en sus carnes los efectos de un conjunto desequlibrado, la pesadilla de la indefinición. Pero usted, ¿qué opina?, ¿quiénes cree que son los responables de este agujero negro en el presente blanco?