El 'Pipita', que hasta el momento ha sido titular en tres partidos en estos dos primeros meses de competición (Español, Villarreal y Zurich), siempre ha tenido que enfilar el camino hacia vestuarios antes de tiempo, ya que, hasta el momento, Pellegrini no le ha dejado permanecer en el césped los 90 minutos que dura un partido de fútbol.
HIGUAÍN ES MÁS RESOLUTIVO EN LOS MOMENTOS FINALES DEL PARTIDO
Un hecho insólito ya que, estadísticas en mano, el argentino ha demostrado que su efectividad se multiplica justo cuando se acerca el final de los partidos. De hecho, sus goles más importantes con la camiseta del Real Madrid los ha logrado en el tiempo de descuento. Buenos ejemplos de ello son los tantos que marcó al Espanyol en la temporada 2006/07 en el estadio Santiago Bernabéu, y que fue a la postre decisivo para la consecución del campeonato liguero ese año por el Real Madrid, o el que consiguió ante Osasuna en el Reyno de Navarra a la temporada siguiente, y que sí supuso la conquista del título de Liga por los blancos.
A pesar de estos precedentes, Pellegrini está contando con el argentino menos de lo que se esperaba. Además de haber sido sustituido en los tres partidos que únicamente ha podido ser titular, ante el Xerez y el Tenerife no disputó un solo minuto a pesar de estar en plenas facultades para jugar, y, de los cuatro partidos en los que ha salido desde el banquillo, en tres de ellos sólo ha tenido la oportunidad de jugar apenas 20 minutos (Valladolid, Deportivo y Olympique de Marsella).
SERÁ TITULAR ANTE EL GETAFE
Todo hace indicar que, ante el desastre copero ante el Alcorcón, Pellegrini dará la alternativa a Higuaín en la punta del ataque en detrimento de Benzema o Higuaín. Y es que ante el Getafe Higuaín ya marcó el año pasado otro de sus clásicos goles sobre la bocina. Tras detener Casillas a Casquero el penalti que supuso la expulsión de Pepe, el punta argentino, justo cuando quedaba sólo un minuto para el final, enganchó un zurdazo desde la frontal del área que se coló por la escuadra del meta getafense, y que supuso el delirio de unos aficionados que todavía soñaban con la posibilidad de dar alcance al Barcelona. Es por tanto, un buen momento para que los madridistas remomeren esos momentos en un momento que no es precisamente el mejor para el club de Concha Espina.
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