El futuro está en casa

Pellegrini tiene ante sí un dilema para la delantera titular





Se puede decir que en sus casi tres años como merengue, Gonzalo Higuaín ha dejado patente que la apuesta que hizo el club cuando le fichó con apenas 19 años fue acertada. El argentino llegó a Madrid en el invierno de 2006 con apenas una treintena de encuentros en su liga natal, en los que había demostrado que no era un futbolista del montón. Sus piernas escondían un gran potencial y en el club blanco supieron verlo.

Sin embargo, un inicio titubeante, propio de un jugador tan joven, creó serias dudas sobre las capacidades del futbolista. Pero de pronto, un gol en el Vicente Calderón, que valía un punto, cambió el rumbo de los acontecimientos. Poco después, el imberbe Higuaín comenzaría a labrar su leyenda de jugador épico, de aquellos que están en el lugar oportuno en el momento adecuado. La Liga de Capello, con una remontada increíble cimentada en la fe del jugador y la Liga con Schuster, con tanto suyo en El Sadar, confirmaron que el Pipita había nacido para jugar en el Madrid.

Sin embargo, esta temporada tocaba remodelación. El club necesitaba darse un lavado de cara y Florentino lo sabía. Por ello se fijó en Benzema, un espléndido delantero que llevaba un par de años sorprendiendo en Europa por su juventud y descaro. El francés llegaba así a Madrid por 35 millones con el objetivo de ser titular indicutible en el equipo. Hoy, tres meses después del fichaje, el rendimiento de Higuaín permite dudarlo.

Buscándole sucesor a Raúl

No en vano, habiendo jugado cerca de 200 minutos menos (515 del francés por 304 del argentino), Higuaín lleva tres goles, como Benzema. Pero más allá de ello, la diferencia se está plasmando tb a nivel de las sensaciones que ambos transmiten, ya que mientras el galo aún acusa su condición de novato, el albiceleste se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva, con convocatoria internacional incluida.


La táctica de Pellegrini emplea dos delanteros, por lo que que poco a poco Higuaín parece haberse ganado uno de los puestos para el partido del Milan. Ante ello, queda la duda de quién será su acompañante, si Raúl, Benzema o incluso el recuperado Van Nistelrooy. A favor del ex del Olympique juega su precio, mientras que los otros dos veteranos ofrecen una hoja estadística inigualable en Europa. Y aunque tanto el capitán merengue como el holandés saben que sus días están contados en el mundo del fútbol, están tranquilos, porque los llamados a sucederles ya juegan en el Madrid.