Casillas mantiene la tradición intacta

El Santo salvó al Madrid en dos claras ocasiones de Simao y Agüero. El conjunto blanco cuajó una primera parte perfecta con dos golazos de Kaká y Marcelo, pero en la segunda mitad el cansancio y la expulsión de Ramos descompuso al equipo





Dicen que no hay dos sin tres, y el Real Madrid cumplió con la tradición de marcar nada más comenzar el partido. Esta vez Kaká se retrasó algo más que Van Nistelrooy y Raúl los dos años anteriores en el Calderón, pero al minuto cinco de encuentro ya había puesto al conjunto blanco por delante en el electrónico. Sergio Ramos encimó a Cléber Santana con una carga legal siempre y cuando no se trate de voleibol, el atlético cayó desequilibrado y Lass terminó de hacerse con la posesión del cuero. Se lo cedió a Kaká, que desde 30 metros la pegó con la potencia y colocación perfecta para que la estirada de Asenjo fuera inútil. De nuevo, cual Bill Murray, el Atlético estaba atrapado en el tiempo.

El tempranero gol no hizo sin embargo que el Real Madrid se acomodara como sucedía en los primeros partidos de la temporada, sino que el conjunto merengue se llevó al otro lado del Manzanares el mismo traje que portó en Milán. Los blancos ahogaban al Atlético la salida del balón con una presión cuasi perfecta de todo el equipo, incluidos los delanteros, y con un notable trabajo de Sergio Ramos. Así, el peligro solamente llegaba del equipo visitante, que además imprimió un alto ritmo que los rojiblancos no podían soportar.

EL MADRID, MUY SUPERIOR A LOS LOCALES EN LA PRIMERA MITAD

Lass chutó al palo desde fuera del área a los quince minutos, y Asenjo tuvo que esforzarse para detener sendos disparos de Pepe y Ramos en los siguientes seis minutos. Sin embargo el portero rojiblanco, muy inseguro en casi todas las acciones al igual que toda su defensa, no pudo hacer nada para frenar a Marcelo. Benzema recibió un balón dentro del área y se lo cedió al brasileño, que controló y se adelantó el balón en apenas dos toques dejando sentado a Pablo. Su disparo con la diestra desde el pico derecho del área pequeña se coló por toda la escuadra llevando el segundo golazo al marcador.


 

Era el minuto veinticinco y el Madrid se mostraba con mucho empaque, muy sólido en sus ideas y en su ejecución, mientras que a Quique se le salían los papeles de la carpeta de todos los fallos que estaba apuntando, la mayoría haciendo referencia a la endeblez defensiva. Ni Forlán estaba fino, y como muestra el balón que pegó a la parte externa del palo cuando estaba solo en el área blanca. Benzema tuvo dos oportunidades de lograr el tercero pero Asenjo y Pablo lo evitaron, y sólo Simao parecía despierto entre la empanada atlética, pero hasta el portugués era incapaz de batir a Casillas, que salvó a su equipo en un mano a mano antológico al borde del descanso.

- Ficha técnica:

2 - Atlético de Madrid: Asenjo; Ujfalusi, Pablo (Sinama Pongolle, m. 88), Perea, Antonio López; Cléber Santana, Raúl García; Reyes (Maxi Rodríguez, m. 58), Jurado (Agüero, m. 46), Simao; y Forlán.

3 - Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Garay, Arbeloa; Lass, Xabi Alonso, Marcelo; Kaka (Van der Vaart, m. 84); Benzema (Gago, m. 68) e Higuaín (Raúl, m. 64).

Goles: 0-1, m. 4: Kaká, con un disparo desde fuera del área. 0-2, m. 24: Marcelo bate a Sergio Asenjo casi sin ángulo. 0-3, m. 64: Higuaín bate a Asenjo en el mano a mano, tras robarle un balón a Perea. 1-3, m. 78: Forlán, tras un pase de Ujfalusi. 2-3, m. 80: Agüero, tras una jugada individual.

Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Expulsó con roja directa a Sergio Ramos, del Real Madrid, en el minuto 65. Amonestó a los locales Pablo (m. 26), Raúl García (m. 42) y Simao (m. 61) y a los visitantes Kaká (m. 6), Lass (m. 33), Arbeloa (m. 70) y Garay (mn. 73).

Incidencias: partido correspondiente a la décima jornada de Liga en el estadio Vicente Calderón, disputado ante unos 55.000 espectadores. El encuentro fue detenido porque una piedra lanzada desde la grada atlética impacto en la cara de Pellegrini.

AGÜERO Y LA EXPULSIÓN DE RAMOS DIERON AIRE AL ATLÉTICO

La pausa vino bien a los rojiblancos, que estaban empezando a desesperarse sobre todo con Clos Gómez. Quique dio entrada a Agüero y el Atlético pareció más incisivo en los primeros minutos, pero el maquillaje no hizo cambiar el interior. Benzema ya había fallado un cabezazo desde dentro del área solo tras un regalo de Pablo, y en el minuto sesenta y cinco fue el otro central, Perea, el que se disfrazó de Santa Claus. Higuaín le robó literalmente la pelota de los pies al colombiano y no falló en el mano a mano con Asenjo. El argentino volvía a reivindicarse y a marcar en el Calderón al igual que el año pasado.

El tercer tanto llevó la tranquilidad al conjunto blanco, que al igual que en Milán pareció acusar el cansancio en la segunda parte. Sin embargo, le duró poco el sosiego, porque en la jugada siguiente al gol, Clos Gómez expulsó justamente a Ramos por derribar a Agüero en el balcón del área cuando el argentino se marchaba directo hacia Iker. Pellegrini dejó a Lass en el lateral diestro y sacó a Gago en lugar de Benzema para reajustar la defensa, pero no fue suficiente porque el equipo se descompuso y Forlán se aprovechó de ello en el minuto setenta y cinco. Desde la línea de tres cuartos el uruguayo cedió a la banda a Ujfalusi, se adentró en el área sin oposición y remató solo a gol el centro del checo, algo incomprensible en un equipo como el Real Madrid. Y para colmo, poco después fue Agüero el que recortó aún más las distancias al adelantarse a Pepe y resolver un mano a mano con Casillas. Como no podía ser de otra manera, el Atlético se creció con los dos goles y el Madrid quedó entonces a expensas de los rojiblancos, con nueve jugadores defendiendo las arremetidas locales y solo Raúl en punta, incapaz de llevar a cabo algún contraataque. Y en medio de esa batalla tuvo que ser Casillas el que se erigiera en el héroe para conservar los tres puntos que llevaban en el saco desde el minuto cinco al pararle en el descuento un remate franco desde dentro del área a Agüero cuando el argentino se encontraba solo dentro del área. El Madrid acabó sumando tres nuevos que sirven para enterrar definitivamente la crisis y mantener intacta la tradición, con suspense eso sí.