Y es que, a la presencia del seleccionador argentino de fútbol, Diego Armando Maradona, se le unió el delantero centro del AC Milan, Alexandre Pato.
Acompañado por su novia, la modelo de 22 años Sthefany Brito, el delantero brasileño contempló atónito desde el palco de su amigo Marcelo cómo el Real Madrid era incapaz de derrotar a un conjunto de la Segunda División B española. Pato, que confiaba poder presenciar in situ un goleada blanca, terminó siendo testigo de la impotencia un equipo madridista que nada pudo hacer ante el buen planteamiento de los de Juan Antonio Anquela.
Ni sus compatriotas Kaká y Marcelo (impotente el primero, sin tiempo el segundo), ni ningún componente del equipo de Pellegrini, pudieron demostrar ante el representante milanista en la grada que la mejoría de los blancos en San Siro no fue breve espejismo. El 1-0 del marcador confirmaba que al Madrid no le interesa la Copa del Rey y el 4 a 1 global de la eliminatoria reveló ante un posible rival europeo los peores vicios del club de Chamartín.
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