Manuel Pellegrini desde su llegada al banquillo madridista dejó bien claro que Pepe iba a ser un hombre muy importante en el equipo. Y así está siendo, tras cumplir sus diez partidos de sanción por agredir a Javi Casquero y Juan Albín, el '3' del Real Madrid, demuestra partido a partido por qué el Real Madrid pagó 30 millones por él.
Tras la marcha de Cannavaro, Pepe se ha convertido en el líder de una defensa a la que han llegado jóvenes jugadores como Albiol, Arbeloa y Garay. Su ausencia por la sanción del año pasado se notó en la defensa madridista a principios de temporada en la que se echó en falta su contundencia en el juego aéreo y su capacidad para sacar el balón desde atrás. El técnico chileno no dudó en alinear en el once inicial contral el Tenerife a Pepe, en el primer partido de Liga que pudo disputar y a partir de ahí ha sido titular en todos los encuentros de la competición doméstica.
El sábado volvió a demostrar su talento ante el Racing pero ofreció una nueva faceta en la que hasta el monento no había destacado, y es que este Pepe, ya hace de capitán en el terreno de juego con sus propios compañeros. Ante la ausencia del capitán Raúl, Pepe cogió el mando y no dudó en reñir al crack brasileño, Kaká después de una acción en la que descuidó su posición. Durante todo el partido se mostró muy concentrado y corrigió los movimientos de los demás jugadores de la plantilla cuando él encontró oportuno.
Parece por tanto, que este Madrid tiene nuevo jefe, el relevo generacional ha comenzado. La marcha de Salga, las suplencias de Raúl, las no convocatorias de Guti han hecho que otros jugadores ganen protagonismo y peso en el equipo como es el caso del propio Pepe o de Higuaín, que jornada a jornada demuestra su faceta goleadora que tanto le falló los primeros años.
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