25-N: San Valentín en el Bernabéu

Cristiano Ronaldo vuelve a calzarse las botas en el Bernabéu 55 días después. La afición llenará el estadio para verle. El Zúrich se presenta como el rival propicio para que el Madrid cierre su pase en Champions y coja moral de cara al Barcelona





Hoy no se juega el Real Madrid-Zúrich. Mejor dicho, además se juega el Madrid-Zúrich. Y esto pasa porque el acontecimiento del día en el equipo blanco no será el enfrentamiento ante el equipo suizo sino la recuperación, vuelta y retorno de Cristiano Ronaldo 55 días después de caer lesionado en el mismo escenario y en la misma competición en la que hoy reaparecerá.

La presencia del portugués en el partido es el mayor de los alicientes que tendrá un público que llenará el estadio blanco para aplaudir a su ídolo. El mismo que guió el camino triunfal del Madrid en sus inicios hasta que Diawara quiso que así fuera. El mismo que se quita presión de puertas hacia afuera y que se la queda toda de puertas hacia dentro. Aunque no le guste reconocerlo por ser un feo gesto hacia los demás, es el salvador de este Madrid. Y llega al rescate en el mejor momento, con el malo de la película esperándole a cuatro días vista.

Alineaciones probables:

Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Raúl Albiol, Arbeloa; Lass, Xabi Alonso, Marcelo; Kaká, Higuaín y Raúl o Benzemá.

F.C. Zúrich: Leoni; Stahel, Barmettler o Koch, Tihinen, Rochat; Gajic, Aegerter, Margairaz, Djuric, Alphonse; y Mehmedi.

Árbitro: Alain Hamer (LUX).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora: 20.45 (TV Autonómicas)

LA AFICIÓN Y PELLEGRINI, LOS MÁS 'BENEFICIADOS'

El primero que respira con la presencia de Ronaldo a su lado es Pellegrini. Lo de a su lado le queda que ni pintado, pues el portugués iniciará el choque bien resguardado en los acolchados asientos del banquillo del Bernabéu. El chileno sabe que su ‘vida’ en Chamartín depende, en gran medida, de lo que el ‘9’ sea capaz de hacer en las próximas fechas, con el domingo como día especial de Navidad, de Año Nuevo y de Reyes. Todo en uno.


A todo esto, el partido ante el Zúrich tiene la grandeza del himno de la Champions y poco más. La importancia es máxima, es verdad, pero la debilidad del rival invita a pasar una noche plácida salvo que la calefacción no haga acto de presencia en las gradas de Chamartín. La clasificación para la próxima fase de la máxima competición continental está en juego, pero encontrarse con el Zúrich como teórico muro a derribar no debería pasar de ser un castillo de naipes en medio de un tornado. Esto es, un juego de niños. Precisamente como ellos, como un niño, volverá a sentirse Cristiano Ronaldo. Y es que su amor favorito, la pelota, volverá a lanzarle flechas de amor. Hoy, 25 de noviembre, se celebra el San Valentín merengue. Ronaldo ya tiene su regalo. La afición espera el suyo.