Schuster en la picota

La Junta pide su despido y exige que se contrate a Mourinho





El encuentro ante el Mallorca ha vuelto a radicalizar posturas en el seno de la Junta Directiva del Real Madrid, muy crítica con la gestión de Bernd Schuster al frente del equipo. Muchas voces de la directiva señalan que el alemán no da con la tecla, cada vez parece más liado y no es capaz de mantener una actitud clara ante los jugadores. Dejó en el banquillo a Pepe y Robinho cuando el Real Madrid los necesitaba y mantuvo demasiado tiempo a Raúl por miedo a la reacción del capitán ante una sustitución que se mereció con anterioridad. El empate, según admite hasta el propio Ramón Calderón, no esconde la realidad de que el Mallorca debió ganar ese encuentro.

Todavía más intolerable en el club es la rabieta de Bernd Schuster con Robinho, quien ha pasado de ser el pulmón del equipo a ganarse la etiqueta de transferible. Los últimos acontecimientos han llevado el convencimiento a la Junta Directiva de que el Real Madrid acabará ganando la Liga a trancas y barrancas pero sin un juego ofensivo y aún menos mostrando una imagen de líder respetado y temido.

Como ya les adelantó Defensa Central, el debate está abierto. Si Ramón Calderon mantiene a Bernd Schuster ya sabe lo que habrá: unos modos personales conflictivos, mala gestión con los jugadores, pésima relación con la mayoría de la Prensa y, sobre todo, escasa capacidad para convertir el Real Madrid en unos de los grandes de Europa. Para estos críticos, Bernd Schuster no debe seguir al final de temporada, aunque gane la Liga, porque no está a la altura para devolverle su poder en Europa.

Frente al continuismo de Bernd Schuster que postula el presidente, se insiste en la personalidad de Jose Mourinho. Calderón quiere mantener a Schuster la próxima temporada frente a viento y marea, pero ya le han encontrado el punto débil y todos los argumentos para contratar al portugués van encaminados a ese Talón de Aquiles del presidente: Insisten en que sólo el entrenador portugues devolverá el orden y la casta al club para que retome el puesto que le corresponde en Europa por prestigio y reputación. En juego, se insiste a Ramón Calderón, se encuentra no sólo luchar por la Copa de Campeones de 2009 sino hacer una gran campaña en 2010 ante la gran final que se jugará en el Santiago Bernabéu. Y ganar esa Champions como local es el gran objetivo del Real Madrid para el futuro a medio y largo plazo.