Justa goleada blanca con un suspense innecesario

El Madrid tuvo que poner toda la carne en el asador después de dejarse remontar por el Almería al principio de la segunda mitad. Higuaín, Benzema y Ronaldo certificaron la remontada. El luso se autoexpulsó al final





El Madrid recibía al Almería con la necesidad de reafirmar las buenas sensaciones que mostró en el Camp Nou con una victoria. Y lo intentó desde el primer momento. Como ya hiciera ante el Racing de Santander, Pellegrini apostó de nuevo por cuatro centrocampistas en rombo, esta vez con Granero y Marcelo en las bandas y un Van der Vaart enchufadísimo en la posición que había ocupado un Kaká al que, aunque parezca mentira, no se le echó de menos en la primera mitad. Con esa disposición sobre el campo, y con Ronaldo e Higuaín en la delantera, el conjunto blanco fue el claro dominador durante los primeros 45 minutos.

El Almería no se ruborizó lo más mínimo en echar atrás las líneas, algo a lo que ayudó el Real Madrid con una presión constante en el campo visitante y con los jugadores bien repartidos ocupando todo el rectángulo de juego. Así, los de Hugo Sánchez se olvidaron de aquello que aupó a su entrenador al olimpo madridista y se limitaron a defender las acometidas merengues. Unos ataques constantes que sin embargo no fructificaron hasta el minuto treinta de partido. Y es que antes de que marcara Sergio Ramos, el conjunto blanco había acribillado a Diego Álves hasta en cuatro ocasiones clarísimas. Pero acribillado en sentido literal, porque Van der Vaart (minuto 3), Higuaín (3’), Ronaldo (4’) y Granero (22’) pudieron haber adelantado al Madrid con sendos disparos desde la frontal del área que fueron ‘al muñeco’. Si hubiera sido Víctor Valdés algunos hubieran dicho que fueron paradones, pero en realidad el ‘mérito’ habría que atribuirlo a los jugadores blancos.

EL MADRID PERDONÓ EXCESIVAMENTE EN LA PRIMERA MITAD...

Sin embargo, a la quinta fue la vencida y tuvo que ser paradójicamente el de Camas el que perforara la portería andaluza. Tras un saque de córner infructuoso, Albiol recogió el balón al borde del área y lo abrió a la banda diestra, donde estaba Cristiano Ronaldo. El luso sacó la escuadra y el cartabón del bolsillo, y puso el esférico en la cabeza de un Sergio Ramos que de un poderoso salto desde el balcón del área pequeña cabeceó a gol el centro. Un bello tanto que hacía justicia a lo visto sobre el campo, pero que a la llegada del descanso resultaba incluso insuficiente dada la gran superioridad merengue sobre el verde.


 

Sin embargo, el conjunto blanco empezó a sestear nada más reanudarse el partido como ya sucediera en otros encuentros precedentes y el Almería hizo lo que no consiguieron Racing, Xerez, Tenerife y otros antes: se aprovechó del injustificable descanso merengue. Uche avisó a Iker en el 54 con un fuerte disparo raso desde fuera del área que despejó el ‘1’ blanco a córner. Y poco después, los rojiblancos rentabilizaron al máximo la posesión que acababan de robar, pues en el minuto 57 Soriano remató a gol desde dentro del área un centro desde la banda zurda de un Crusat que campaba por el campo local como si fuera el suyo propio. Casi sin tiempo para que el conjunto blanco encajara el puñetazo, Uche le propinó otra bofetada en el carrillo contrario a la salida de un córner. El nigeriano recogió un balón dentro del área tras un córner y en lo que se tarda en pestañear, ya había cargado la pierna derecha y el balón había tocado la red de Casillas subiendo al marcador un 1-2 injusto en el global de los 60 minutos de partido.

... Y EL ALMERÍA APROVECHÓ LA RELAJACIÓN BLANCA

Los dos goles despertaron de la siesta al respetable del Bernabéu y a Manuel Pellegrini, que inexplicablemente sustituyó a Van der Vaart, el mejor de los de blanco, para dar entrada a más dinamita con Benzema. Sea como fuere, el caso es que el Madrid se enchufó y encerró al Almería en su área. Cisma tuvo que sacar desde la línea de gol un cabezazo que se colaba en la portería visitante y Ronaldo lanzó arriba un remate desde la frontal antes de que Higuaín se vistiera de Raúl González. El Pipita aprovechó un mal despeje de Samu dentro de su área para recortarle y remachar a gol desde el punto de penalti. El tanto llevaba las tablas al electrónico, pero la cosa no podía quedar así y el Real Madrid puso toda la carne en el asador para conseguir los tres puntos. Y el protagonista de la remontada tuvo que ser paradójicamente Benzema, un jugador que normalmente adolece precisamente de esa tensión.

Ficha técnica:

Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa; Xabi Alonso; Granero, Van der Vaart (Benzema 63’), Marcelo; Cristiano Ronaldo e Higuaín.

Almería: Diego Alves; Michel, Acasiete, Chico, Cisma; M’Bami, Bernardello; Juanma Ortiz, Crusat, Soriano (Goitom 69’) y Uche.

Goles: 1-0, Sergio Ramos (31’). 1-1, Soriano (58’). 1-2, Uche (62’). 2-2, Higuaín (72’). 3-2, Benzema (82'). 4-2, Cristiano Ronaldo (84').

Árbitro: Estrada Fernández (catalán). Mostró tarjeta amarilla a M’Bami y a Michel. Expulsó a Cristiano Ronaldo por doble amarilla en el 88.

Incidencias: 73.000 espectadores en el Santiago Bernabéu.

El árbitro decretó penalti en una dudosa jugada en la que Álves derribó a Cristiano Ronaldo dentro del área habiendo tocado tanto el balón como al jugador madridista. El portero rojiblanco adivinó el lanzamiento del luso desde los once metros, pero con lo que no contaba el guardameta era con que Benzema recogiera el despeje. El francés sacó su escopeta y fusiló a Álves, llevando el tercero al marcador y el frenesí a las gradas a falta de solo diez minutos para el final del partido. Con los tres puntos en el bolsillo, aún hubo tiempo para que Ronaldo marcara el cuarto tras un gran contraataque llevado por Higuaín, y a que el luso se autoexpulsara inexplicablemente al ver una tarjeta amarilla por quitarse la camiseta en la celebración del tanto y por pegar descaradamente un puntapié a Ortiz en un lance en el que el almeriense le había golpeado en la cabeza. El luso será una baja muy sensible para Mestalla, pero afortunadamente el Real Madrid llegará a la ciudad del Turia con estos tres puntos más, logrados desde un sufrimiento innecesario si se hubiese mantenido la tensión durante todo el partido.