Marsella quiere su parte de la Décima

Los blancos se juegan el primer puesto de su grupo en un escenario caliente. Los focos se centrarán, nuevamente, en Cristiano Ronaldo y en su 'cazador' Diawara. Pellegrini, obligado a dejar líder a los suyos.





Cuando se realizó el sorteo de la fase de grupo de la Champions, el Madrid se prometió a sí mismo viajar a Marsella con nada o casi nada en juego. Varios meses después, se puede decir que los blancos han cumplido con su premisa. Sólo un descalabro en forma de 3-0, que entraría dentro de las noches más negras de la historia blanca, dejaría fuera de la Champions a los blancos. Sin embargo, el simple pase a octavos de final se antoja una presa un tanto pequeña.

FICHA TÉCNICA.

OLYMPIQUE DE MARSELLA: Steve Mandanda; Laurent Bonnart, Souleymane Diawara, Gabriel Heinze, Taye Taiwo; Edouard Cisse, Benoit Cheyrou, Fabrice Abriel, Lucho Gonzalez; Brandao y Mamadou Niang.

REAL MADRID: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa; Lass, Xabi Alonso, Granero o Marcelo; Higuaín, Cristiano Ronaldo y Benzema.


ÁRBITRO: Wolfgang Stark.

ESTADIO: Velodrome.

HORA: 20.45 (TVE-1).

Con los antecedentes que adornan la historia más reciente del Madrid, poder cerrar la clasificación de la primera fase con la garantía de tener el partido de vuelta de octavos en la cartera, debería ser el mejor de los premios. Eso sólo se conseguirá si se gana en Marsella. También vía radiofónica, siempre que el Milán vuelva a mostrar sus vergüenzas en el estadio de ese equipo medio pelo llamado Zúrich.

LA DÉCIMA PASA, INEXORABLEMENTE, POR MARSELLA

Con el objetivo bien enfocado, al Madrid le queda dar la cara con las armas sobre el hombro. El deltoides más afinado de su plantilla, el de Cristiano Ronaldo, volverá a lucir vena culturista en el Velodrome. Muchos ojos sobre su espalda. También sobre sus tobillos, especialmente, sobre el derecho. Siempre que sólo sean ojos, y no piernas contrarias con sus respectivos tacos, el Madrid podrá navegar tranquilo. Siempre dentro de lo que supone jugar en el ambiente de Marsella, uno de los más calientes y peligrosos de toda Europa, gracias al amigo Platini y su condescendencia con todo aquello que huela a francés.

Aunque pueda parecer lejano en el tiempo, el asalto a lo que puede ser la Décima tiene una parte de vida potencial en Marsella. No ya por lo que se juegue en este envite, sino por lo que puede suponer el resultado del mismo. El gatuno Pellegrini podría ganar una mini-vida en caso de victoria, aunque también podría acortar alguna de las que le quedan en caso de meter al equipo, únicamente, como segundo en la siguiente fase. La de verdad. La de los cruces. Aunque antes de asumir esas presiones, el Madrid debe verse las caras con 60.000 locos en Marsella y un tal Diawara. Los tobillos de Ronaldo piden revancha. Y las redes del Velodrome ya tiemblan.