La expedición blanca aterrizó en Valencia a eso de las 20:15 horas, y nada más tomar tierra cuerpo técnico y jugadores se dirigieron rápido al autobus que les conduciría al hotel Meliá, habitual lugar de concentración de los madridistas siempre que juegan en Mestalla. Aun así, los cerca de cien aficionados que les esperaron en el aeropuerto tuvieron la ocasión de ver cerca a sus idolos. Y es que, a pesar de las bajas de Cristiano Ronaldo y Kaká, este equipo levanta expectación allá donde va.
El vuelo, de apenas una hora de duración, transcurrió de forma tranquila, en el que los jugadores, con la mente puesta en el trascendental choque de este sábado, pasaron el rato leyendo, escuchando música u observando el rumbo del vuelo por las ventanillas del avión.
Ya en el hotel, los futbolistas Álvaro Arbeloa y Raúl Albiol, que regresa a la que es su tierra, firmaron autógrafos a todos los madridistas que se dejaron caer por allí, para después irse a cenar y descansar pensando en sumar los tres puntos en el choque de mañana.
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