La reciente lesión de Pepe y la posible ausencia de Albiol para el encuentro ante el Real Zaragoza han hecho que se vuelvan a considerar la posibilidad de insertar en su lugar a un jugador que ya ha demostrado en varias ocasiones su polivalencia, no sólo defensivamente sino también ofensiva, lo que le ha llevado a ganarse tanto elogios como críticas, ambas, a menudo, desmesuradas.
Sergio Ramos llevó procedente del sevilla hace ya más de cuatro temporadas avalado por su juventud y excepcional potencia física. En el conjunto sevillano exhibió un ímpetu no reñido con cierta pericia con la pelota que le sirvieron para ganarse el título de indiscutible lateral derecho del Real Madrid. Desde esta posición ha cosechado las más unánimes alabanzas en reconocimiento a una labor defensiva perfectamente conjugada con sus apariciones en ataque, a veces centrando, otras rematando de cabeza gracias a su excepcional habilidad para el salto en estático. El vigor de su juventud le permitieron devorar con la misma facilidad minutos y elogios. Cuando por la acumulación de partidos, falta de forma física y ciertos desvaríos nocturnos han llegado las críticas al defensa, muchas veces injustas, se volvía a especular con su retorno al centro de la zaga, en done el mejor cobijo proporcionado por los medio centros y la tranquilidad de no tener que subir al ataque en cada acometida blanca hicieron brillar a un Sergio Ramos que es capaz de cubrir todo el amplio especto defensivo con absoluta fiabilidad.
Desde la posición de '2', el '4' ha promediado unas cifras goleadoras nada desdeñables para un defensa: en los más de treinta partidos que ha promediado por temporada con la elástica madridista, el de Camas ha logrado 17 goles (sólo en Liga), sin contar las muchas asistencias que ha regalado a sus compañeros delanteros.
Así, cuando el jugador expresa publicamente, al igual que su compañero Marcelo, que él es lateral (curiosos y singulares casos de reivindicaión de un puesto en el campo), ya sea porque realmente se sienta lateral o simplemente por temor a perder su plaza en la cita mundialista, lo que quiere decir, con un grito tan potente como el de el Rey de la Selva, es que pretende seguir siendo el rey de la banda derecha del Santiago Bernabéu, que es ahí donde se encuentra más cómodo y donde quiere seguir jugando... siempre que las lesiones de compañeros no le onliguen a cambiar de opinión.
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