Fiestón de fin de año

HIGUAÍN Y VAN DER VAART MARCARON SENDOS DOBLETES EN UNA PRIMERA PARTE EN LA QUE EL MADRID APLASTÓ AL ZARAGOZA. RONALDO Y BENZEMA REDONDEARON LA GOLEADA Y EL PARTIDAZO DE LOS DE PELLEGRINI, QUE YA CARBURAN AL NIVEL QUE SE ESPERABA EN VERANO





El caso es que el equipo de Manuel Pellegrini no pudo acudir al coliseo blanco con sus mejores galas, pues a la consabida baja de Kaká, Pepe también se unió a esa particular sastrería y Xabi Alonso se encontraba castigado sin celebración. Sin embargo, los que sí que estaban no querían perderse el baile. Y así lo demostró Higuaín, que había vuelto a dejar a Benzema en el banquillo y que a los tres minutos demostró por qué. El argentino eligió como pareja de baile a Marcelo, y entre ambos adelantaron al Madrid nada más comenzar el show. El brasileño asistió en largo al Pipita, que al primer toque remató con la izquierda a gol ‘igualín’ que lo hacía Ronaldo Nazario.

 

El 1-0 dio paso a veinte minutos en los que el Madrid siguió tonteando con el gol, pero en el que el fútbol le hizo ‘la cobra’ tanto a Van der Vaart como a Ronaldo. Sin embargo, el Zaragoza oponía muy poca resistencia a unos hombres de Pellegrini que llegaban con la moral a tope tras las últimas victorias y que tan guapos se veían que era inevitable que volvieran a ligar, y lo hicieron de nuevo en el minuto 26. Fue Van der Vaart el que esta vez se juntó con Marcelo, que demostró ser una pareja de baile muy solidaria y le regaló el segundo tanto al holandés. Su pase entre líneas fue cruzado a la red zaragocista por el ‘23’ blanco, que dos minutos más tarde volvía a marcar, esta vez tras un centro lateral de Ramos desde la derecha.


VAN DER VAART MARCÓ DOS GOLES MUY MERECIDOS

El holandés celebró ambos goles con mucha rabia. Se lo merecía el neerlandés, que más que hacer de Kaká, llevaba unos cuantos partidos además de éste haciendo bastante más de lo que había demostrado el brasileño, y por fin veía recompensado su ahínco. Sin embargo, la corona al rey de la fiesta no iba a estar decidida tan pronto, pues el Madrid no levantaba el pie del acelerador y aunque hubiera ‘triunfado’ tres veces ya, quería más. Así, antes del descanso Higuaín marcaría el mejor gol de la noche con una vaselina desde el balcón del área tras hacerse un autopase cuando controlaba un balón que llegaba con nieve del cielo.

- La Ficha:

6 - Real  Madrid: Casillas; Ramos, Albiol, Garay, Arbeloa; Diarra, Lass, Marcelo (Benzema 62’), Van der Vaart (Granero 73’); Ronaldo e Higuaín (Raúl 62’).

0 - Real Zaragoza: López Vallejo; Diogo, Ayala, Pavón, Paredes; Pennant (Braulio 87’), Ponzio, Abel Aguilar (Jorge López 63’), Herrera; Lafita y Arizmendi (Ewerthon 63’).

Goles: 1-0, Higuaín (3’); 2-0, Van der Vaart (26’); 3-0, Van der Vaart (28’); 4-0, Higuaín (35’); 5-0, Cristiano Ronaldo (49’); 6-0, Benzema (71’).

Árbitro: Mejuto González (Col. Asturiano). Amonestó a Lass (19’), Paredes (22’), Ander Herrera (41’), Diogo (52’), Sergio Ramos (79’).

Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu, 60.000 espectadores. Los jugadores del Real Madrid salieron al inicio con una camiseta en apoyo a Pepe en la que se podía leer “Mucho ánimo Pepe”.

Un tanto espectacular que ponía la guinda a una primera parte incontestable del Madrid y daba paso a una segunda que empezaba con la misma melodía, la del gol. Fue esta vez Cristiano, que se había llevado tres calabazas en los primeros 45 minutos del baile, el que marcó. Recibió un centro lateral dentro del área, amagó el disparo pasándose la pelota a la otra pierna con el tacón y, ya con López Vallejo y Pavón en el suelo, remató a gol con la izquierda.

RONALDO Y BENZEMA NO QUISIERON FALTAR A LA FIESTA

Se acusaba al Madrid de no completar notablemente los noventa minutos de un partido, sin embargo aun con cinco goles a favor, los jugadores blancos no quisieron que la fiesta terminara antes de tiempo. Siguieron magníficamente colocados, regalando taconazos y jugadas al primer toque al respetable mientras evitaban las patadas del cuadro aragonés. Y en una de esas llegó el set merengue a cargo de Benzema, el fin de fiesta deseado por el madridismo. El francés demostró que lo de Mestalla no fue casualidad y en los treinta minutos de que gozó volvió a dar un recital de potencia, técnica y pegada, y la mejor muestra fue su gol con la zurda, el sexto de un Madrid que cuajó un partidazo. Con el nuevo esquema, ha quedado certificado que el Madrid ha encontrado un estilo que funciona… y a las expectativas de lo que se esperaba en verano.