No cabe duda que en los últimos años España vive una corriente beligerante con el Real Madrid que se plasma en algunos de los campos de la Primera División por dónde el equipo va. Y uno de los claros exponentes de este fenómeno es el Reyno de Navarra, donde la afición local lleva ya varias temporadas mostrando su hostilidad hacia el equipo merengue mediante lanzamiento de objetos al terreno de juego, insultos y pancartas ofensivas.
Una tendencia que quizás tuviera sus inicios en los incidentes ocurridos ahora hace 21 años, cuando el 29 de enero de 1989 el colegiado del Osasuna - Madrid de aquella temporada, Socorro González, se vio obligado a suspender el encuentro por el lanzamiento de petardos y objetos contra la portería del entonces cancerbero merengue Paco Buyo. Un incidente que hace tres años recordaba Patxi Puñal para una entrevista al diario AS, señalando que "Pamplona no es antimadridista".
Una opinión con la que coincide el técnico navarro, José Antonio Camacho, quien señala al respecto que "no hay antimadridismo, de verdad se lo digo. Hubo sus más y sus menos después de aquel incidente con Buyo. Pero Osasuna ha tenido siempre tradición madridista, aquí han jugado muchos futbolistas salidos del Madrid, algunos técnicos. En los últimos años no ha habido ningún problema". Declaraciones que probablemente esté encaminadas a templar los ánimos y a destacar el buen ambiente que reina entre los clubes, el cual por otra parte, contrasta con el recibimiento que suele tener el equipo en el Reyno de Navarra.
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