A pesar de que el mediapunta orange comenzó la temporada siendo un descarte de la plantilla merengue, poco a poco y con mucha paciencia y trabajo consiguió ir contando con minutos hasta demostrar que es un jugador válido para el Real Madrid. Y es que la pubalgia que aquejó a Kaká desde finales de noviembre propició que Pellegrini contara con el ex del Ajax para convertirlo en el motor ofensivo del equipo.
Así, Rafael Van der Vaart respondió con goles (dos tantos ante el Zaragoza) y buen juego a la confianza del técnico chileno, tanto que acabó por convertirse en titular ante el Mallorca aunque el brasileño ya se había recuperado de sus molestias físicas. Sin embargo, en ocasiones el destino es cruel y el holandés tuvo que retirarse del campo a los veinte minutos de juego a consecuencia de una rotura fibrilar grado I-II del músculo sóleo de su pierna izquierda.
En resumen, como mínimo tres semanas de baja para un jugador que atravesaba su mejor momento de forma en la temporada y media que lleva vistiendo de blanco. Se trata de un contratiempo que le hace perder enteros en la dura pugna por un puesto en el centro del campo del equipo, de manera que el futbolista deberá de luchar otra vez duramente a su regreso para recuperar la plaza que tanto le había costado conseguir.
Además, a la recuperación de Kaká hay que añadir la de Guti y el regreso tras su sanción de Lass, por lo que Van der Vaart lo tendrá la próxima vez más difícil que nunca para volver a contar con minutos. Aunque eso sí, su previsible regreso en febrero coincidirá con el retorno a la competición en la Champions League, por lo que con total seguridad el equipo necesitará de su participación para los meses claves de la temporada. Y quién sabe, para entonces quizás el holandés vuelva a ganarse el puesto por méritos propios.
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