Del infierno al cielo en un año

Se cumple un año desde que Ramón Calderón abandonara la presidencia





"El éxito de los que han buscado desesperadamente mi destitución es el triunfo de la injusticia y la maldad. He cometido errores, nunca irregularidades, y siempre como consecuencia de mis limitaciones. Nunca buscando mi beneficio personal". Con estas sorprendentes palabras se despedía Ramón Calderón un frío viernes de enero del año pasado. El palentino abandonaba a la deriva un barco madridista que zozobraba inmerso en una de las mayores crisis institucionales que se han vivido en los despachos del Santiago Bernabéu.

El motivo, la flagrante manipulación de la Asamblea del Club celebrada el 7 de diciembre de 2008, cuando el entonces presidente merengue se las ingenió para infiltrar a varios compromisarios falsos que le ayudaron a aprobar las cuentas del club y la creación de una nueva Junta que le permitiera seguir perpetuándose en el sillón presidencial. Así, el diario Marca sacaba la exclusiva de esta noticia el día 13 de enero, de manera que los días posteriores fueron una sucesión de convulsiones que acabó de la manera más bochornosa posible: con la dimisión de un acorralado Ramón Calderón.

Y es que hasta que el mandatario merengue renunció a su cargo, los medios llenaron sus portadas de multitud de desmentidos y de personajes de diversa calaña, como el ya olvidado Nanín. Incluso el director del Área Social, Luis Bárcena, intentó 'inmolarse' públicamente al cargar con las culpas de lo sucedido, pero ni éso fue suficiente para impedir que rodara la cabeza del presidente.

Un chorreo y un regreso


Tras ello, llegaría una nueva etapa oscura en el club, como medio inevitable de transición hacia un nuevo proyecto. El empresario naval Vicente Boluda se hizo con las riendas los cinco meses que quedaban de temporada y de ése periodo lo que más se recuerda es su metedura de pata antes de la eliminatoria de Champions ante el Liverpool comentando el "chorreo" que preveía que se iba a llevar el conjunto inglés.

Así, el tiempo se encargó de poner a cada uno es su sitio, y tras finalizar una temporada para lanzar al abismo del olvido, con un 2-6 culé incluido, llegó el momento de presentar la candidatura a unas nuevas elecciones merengues. Muchos nombres surgieron a la palestra entonces, pero sólo el de Florentino Pérez infundió tanto respeto como para no fomentar la competencia en los comicios.

Así, el empresario madrileño regresaba al Real Madrid tras salir por la puerta de atrás en el 2006. Y lo hacía como sólo él sabe hacerlo, a lo grande, con una inversión galáctica de 260 millones de euros y dos de los nombres más demandados por la afición, Kaká y Cristiano Ronaldo. De esta forma, hoy 16 de enero de 2010, el futuro pinta mucho más optimista que hace un año, justo cuando el madridismo se vio obligado a agachar la cabeza ante su sonrrojante situación.