El Real Madrid encuentra su punto G

Granero-Guti, lujuria futbolística





El entrenador madridista volvió a confiar en la formación que tantos halagos le valió su apuesta ofensiva de Riazor y, frente a un equipo a priori de menor entidad, un Espanyol que coquetea con las zonas calientes de la tabla, el chileno volvió a apostar por Granero y Guti como creativos motores del medio campo del Real Madrid. En esta ocasión, el Real Madrid no fue tan brillante durante los 90 minutos. La escasa oposición del equipo rival hizo que los blancos se dejaran llevar tras los tantos de Sergio Ramos y Kaká. Granero fue el más activo de los dos con una auténtica exhibición a balón parado. Cada saque del 'Pirata' desde la esquina se convertía en un casi gol del Madrid. Suya fue la asistenacia en el primer tanto de los merengues desde el córner. Guti, más preocupado en hacer que el balón no parara de rotar de pie en pie por el medio campo, no se acercó tanto al área de Kameni y pasó más desaparcibido.

Tras una primera mitad de campeonato en el que los blancos han ido afinando sus piezas, finalmente sería ante el Deportivo de la Couña en Rizor, un campo maldito para los blancos, cuando Pellegrini tocó el cielo: el Real Madrid juega mejor si Granero y Guti coinciden en el campo. Orientados por la brújula de Xabi Alonso y lanzados por las cabalgadas de Kaká, los dos canteranos realizaron ante el conjunto de Miguel Ángel Lotina un partido excepcional: Granero anotó el primer gol del partido, Guti le regaló el segundo a Benzema. Entre medias, pases cruzados, movimiento (del balón) por todo el campo, centros medios desde una y otra banda por alto y por raso... En definitiva, fútbol. Mucho fútbol.

Granero regresó a su club de toda la vida sin hacer mucho ruido, confiado en que, pese a firmar un contrato a la baja, su apuesta por él mismo le resultaría rentable. 'El Pirata' ha compaginado destellos de futbolista con mucha clase y deserciones no anunciadas durante algunos partidos. Ahora, con la confianza de Pellegrini, la notable clarividencia y visión de juego del 'Pirata', así como sus milimétricos centros desde la esquina y faltas laterales deben suponer un plus para el fútbol de su equipo. Por su parte, Guti, perro viejo, ha tendido a medir tanto sus actuaciones sobre el césped como a perder los frenos cuando salía de él. Mientras su cabeza permanezca fría el fútbol del Madrid echará chispas.

Granero y Guti configuran una pareja de alto voltaje, el punto G de un Real Madrid que, con continuidad y constancia, puede hacer gritar de placer a la parroquia madridista.