Kaká realizó, como el resto del equipo, un pobre partido en Lyon. Pese a la derrota por la mínima en el Stade Gerland, que deja prácticamente intactas las opciones madridistas por pasar a cuartos de final de la 'Champions', el futbolista brasileño se mostró afectado por su actuación aunque quiso aclarar que él no era el "culpable de la derrota".
Kaká, que aun contando con la confiando del entrenador madridista (es el séptimo jugador más utilizado por el chileno en Liga, participando, además, en seis de los siete partidos de Liga de Campeones), acumula un bagaje de 5 goles y 9 asistencias, unos humildes números para un jugador que ha demostrado poder ser el mejor futbolista del mundo.
Con todo, Pellegrini, tras varios ajustes tácticos, llegó a la conclusión de que el equipo funcionaba mejor con un 4-3-1-2 con el que el Madrid ha alcanzado su mejor fútbol, no sólo en resultados sino también en la búsqueda de esa "excelencia" que reclama su presidente. En él, la posición del mediapunta, el '10' clásico, se ha convertido en una figura vital en la labor de engarzar el sólido trabajo de la defensa (segunda menos goleada de la Liga con 15 encajados en 22 partidos) con la efectiva creatividad de los delanteros (máximos artilleros ligueros con 53 tantos) y, para ello, delegó la responsabilidad en Kaká... aunque no sólo en él. Cuando el brasileño padeció de manera más aguda sus problemas de pubalgia a finales de 2009, Pellegrini tuvo que recurrir a un holandés que parecía seguiría los pasos de otros 'tulipanes' blancos, caso de Robben o Huntelaar. Van der Vaart, que siempre ha declarado su empeño por triunfar en el Madrid, ya por lesiones, ya por decisiones técnicas, no ha contado demasiado para su entrenador, pero cuando éste echó mano de él confirmó que podía estar a la altura de las exigencias. Su visión de juego y capacidad de enlazar con sus compañeros le convirtieron, por un tiempo, en ese jugador decisivo que despuntara en el Ajax. Quizá, su principal obstáculo para recuperar esta misma jornada la titularidad sea su falta de partidos a causa de su reciente lesión.
Ahora, a pocos días de la visita de un rival en horas bajas como es el Villarreal, cuando Kaká parece que no termina de encontrarse a gusto, ni física ni tácticamente, y Van der Vaart se recupera de unas molestias que frenaron su progresión por más de las tres semanas aventuradas, Pellegrini deberá decidirse por el que debe ser el eje sobre el que pivote el fútbol del Madrid. Pero, ¿quién ganará la batalla del '10'?
Usted ¿qué opina? ¿Cree que Pellegrini debe seguir apostando por un desconocido Kaká y decantarse por un Van der Vaart que puede andar falto de ritmo?
Fotografía noticia ampliada: realmadrid.com
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