Y como mejor ejemplo, la respuesta que le ha dado a un periodista cuando le preguntó si recordaba algo de cuando el Real Madrid perdió las famosas dos ligas en el Heliodoro Rodríguez López. El chileno se ha limitado a responderle: "sí, claro que me acuerdo. Estaba en Chile".
Zanjó el debate sobre los lanzadores de penaltis
Anécdotas aparte, el entrenador madridista destacó la importancia del choque en Tenerife y de no perderle el respeto al rival a pesar de la clasificación. No quiso opinar sobre Navas, ni sobre Schuster, ni sobre el Barcelona, del que volvió a incidir que tienen "un fútbol distinto", que "a todo el mundo le gusta el Barcelona, pero también hay mucha gente a la que le gusta el Madrid", y que "cada uno puede tener momentos puntuales de forma, pero eso hay que demostrarlo en la tabla", como ha venido diciendo durante toda la temporada.
Donde sí que puso el acento fue cuando le cuestionaron sobre los lanzadores de los penaltis. Ahí Manuel Pellegrini hizo un inciso para aclarar que "los lanzadores siempre han sido designados", y que si en algún momento ha habido un cambio ha sido porque "alguien lo ha pedido". Precisamente Ronaldo fue uno de los protagonistas en el panalti que ha desatado el debate durante los últimos cinco días, y el chileno quiso destacar el partidazo del '9' la semana pasada ante el Villarreal. "Me alegro por él, siempre busca ser importante. Habrá que ver si es necesaria la dosificación de los minutos con el tiempo, porque no ha jugado mucho, así que no parece necesaria de momento".
"Lo más difícil en este tiempo ha sido mantener la coherencia en las decisiones"
Por último, Manuel Pellegrini fue cuestionado acerca de lo mejor y lo peor en estas semanas en el Real Madrid después del aluvión de críticas tras perder en Lyon, y el chileno dejó una curiosa reflexión. Lo más difícil de todo ha sido "mantener la coherencia en las decisiones a pesar de todas las críticas, y eso que las críticas no me molestan, pero sí los insultos y las descalificaciones" aseguraba el entrenador blanco. "Dirigir al Madrid es un orgullo. Es el club más prestigioso del mundo y hay inconvenientes que van con el cargo. Pero es una alegría poder dirigir a este equipo y a ver si podemos tener una alegria al final de la temporada".
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