Los blancos sumaron en el José Zorrilla su octava victoria consecutiva en Liga. Para tener una idea de lo que supone encadenar una racha de estas características, sólo decir que los blancos sólo conocen la victoria en esta segunda vuelta de la competición, y en estas ocho semanas el Madrid ha ganado cinco puntos más que los logrados por el Barcelona en el mismo periodo de tiempo, lo que le ha valido para situarse como líder, una posición que, por lo visto en la ciudad del Pisuerga, no tiene pensado abandonar de aquí a que acabe la competición.
La racha dio comienzo el 24 de enero ante el Málaga en el estadio Santiago Bernabéu. Desde entonces, y ya han pasado 49 días de eso, el Madrid sólo sabe lo que es ganar en Liga. Ni Deportivo (1-3), Espanyol (3-0), Xerez (0-3), Villarreal (6-2), Tenerife (1-5), Sevilla (3-2) y tampoco el Valladolid (0-2) fueron capaces de frenar a un equipo que, a tenor de los resultados, no hay quine lo frene en esta Liga.
Y es que a los blancos ya no les queda otra. La Liga es el único título que les queda por disputar tras las tempranas eliminaciones en Copa del Rey ante el Alcorcón y en Champions ante el Olympique de Lyon. Tras este triunfo quedan 12 jornadas para la finalización del campeonato, y hay una cosa que está clara: el Madrid depende de sí mismo para ganar la Liga. Si gana todos los partidos se proclamará automáticamente campeón, y la afición tiene que empujar a los jugadores para que así sea.
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