Y es que, tras esa dololora derrota que, desafortunadamente, quedará ya para los anales del fútbol, Metzelder quedó señalado como el chivo expiatorio de esa hecatombe, y desde entonces no ha entrado en los planes de Pellegrini. Han sido cuatro meses y medio en los que el alemán ha tenido como único entretenimiento acudir a los entrenamientos del conjunto blanco todas las mañanas o viajar a las concentraciones con el equipo siempre que hubiera sido citado por Pellegrini.
Su situación es absolutamente incomprensible, tanto para él mismo como incluso para los aficionados del conjunto blanco. Y es que es dificil entender como en una temporada en la que tu mejor central, Pepe, se lesiona de gravedad, y para intentar contrarrestar esa ausencia se decide dejar en el olvido a uno de los tres centrales que tiene en nómina del equipo. Porque hay que reconocer que Metzelder, a pesar de haber tenido muy mala suerte con las lesiones, es un jugador con un muy buen cartel en Europa, y a buen seguro no le van a faltar ofertas en el próximo mercado de fichajes.
Porque la única ambición que puede tener Metzelder es precisamente esa: esperar a que su contrato expire el próximo 30 de junio, tras lo cual se desligará de su contrato, y fichar por un equipo que le de los minutos que le han faltado en el Real Madrid. De su estancia en la capital de España dejará tres nefastas temporadas en las que, o bien las lesiones o bien la falta de confianza de los técnicos le han impedido hacerse un hueco en el once. Especialmente dolorosa ha sido esta última para el jugador, ya que sólo ha jugado dos partidos oficiales (ante Espanyol y Alcorcón). No hace falta decir nada más.
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