El Madrid se abona a la épica

Los blancos remontaron en un cuarto de hora de la segunda parte el tanto inicial de Barral





El encuentro comenzó con un Sporting valiente, ya que el conjunto de Manuel Preciado dio sensaciones de querer tener la pelota en los primeros compases. Sin embargo, el dominio asturiano se fue disipando conforme pasaban los primeros minutos para dar lugar a un dominio engañoso de los locales. Y es que los de Gijón daban sensación de haber preparado muy bien el choque, pues a través de una defensa adelantada y muy ordenada lograron desactivar el eléctrico ataque madridista.

En consecuencia, el Real Madrid tenía la pelota, pero no sabía qué hacer con ella ante la presión de los gijoneses. Sólo Cristiano Ronaldo mostraba una cierta movilidad en ataque, mientras que Lass, Granero y Van der Vaart  adolecían de ideas a la hora de generar juego, lo que sobrecargaba de trabajo a un Xabi Alonso omnipresente en el centro del campo.

Ante la sobreabundancia de jugadores sportinguistas detrás del balón, el equipo de Manuel Pellegrini optó por abrir algo el terreno de juego, especialmente con Arbeloa en la banda derecha. El salmantino aglutinó en sus botas parte del juego ofensivo de los merengues en los primeros compases e intentó aliarse con el portugués para generar paredes que causaran peligro. Pero la buena colocación de los visitantes despejaba una y otra vez todos los balones que se acercaban al área de Juan Pablo.


Esta situación derivó en un primer tiempo muy aburrido, en el que el Sporting esperaba agazapado atrás con la intención de salir rápido gracias a la calidad de jugadores como Diego Castro y De las Cuevas. Incluso se permitieron dar algún susto a Íker Casillas, pues una buena combinación asturiana, poco antes del descanso, acabó con un disparo de Barral que la defensa merengue desvió a córner con ciertos problemas.

El crono pasaba y el empate no se movía en el electrónico, de manera que la parroquia que se había dado cita en el Bernabéu comenzó a dar síntomas de impaciencia. La música de viento se hizo presente y Pellegrini respondió inmediatamente poniendo a Guti a calentar, lo que el público agradeció con una sonora ovación. El partido estaba para el de Torrejón y su sustitución en el descanso por Lass así lo atestiguaba.

Guti cambió el panorama

Ficha técnica:

Real Madrid 3: Casillas; Arbeloa, Garay, Sergio Ramos, Marcelo; Lass (Guti, m.46), Xabi Alonso, Granero (Gago, m.69); Van der Vaart (Raúl, m.73); Cristiano Ronaldo e Higuaín.

Sporting 1: Juan Pablo; Lora, Botía, Gregory, Canella; Diego Camacho, Rivera; Luis Morán (Carmelo, m.70), De las Cuevas (Kike Mateo, 70), Diego Castro; y Barral (Bilic, m.73).

Goles: 0-1, m.53: Barral. 1-1, m.54: Van der Vaart. 2-1, 56: Xabi Alonso. 3-1, m.68: Higuaín.

Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó a Higuaín (76) y Garay (89) por el Real Madrid, y a Juan Pablo (55) por el Sporting.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésima séptima jornada de Primera división, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 75.000 espectadores.

Como era de esperar, la aparición del ‘14’ le dio profundidad al equipo, pues lo que antes implicaba dar cuatro pases ahora Guti lo resolvía con uno. La fluidez llegaba al juego, pero el fútbol suele ser caprichoso y el conjunto asturiano se llevó su premio justo cuando empezaba a merecerlo menos. Un buen pase en largo le llegaba a Barral en banda derecha y el ex canterano merengue entraba por el carril fácilmente y clavaba un golazo por el primer palo ante el que Casillas no podía hacer nada. Corría el minuto 7 de la segunda parte y la historia del Sevilla se volvía a repetir.

Pero esta vez la épica no se iba a hacer esperar tanto como hace dos semanas. Concretamente, cinco minutos, lo que tardó el colegiado en señalar una falta a 25 metros de la portería de Juan Pablo. Castigo idóneo para Cristiano Ronaldo, al que esta vez sólo le bastó lanzar centrado y con potencia para que el cancerbero asturiano rechazara y dejara franca la pelota a un atento Van der Vaart para que impulsara el empate a la red.

La mitad del trabajo estaba hecho y sólo faltaba culminarlo. Lo cual hizo Xabi Alonso de cabeza en el segundo palo tres minutos después tras el saque de un córner. La remontada se había completado cinco minutos después del tanto de Barral, pero el partido no estaba acabado. El Sporting no acusó el golpe de los dos tantos y continuó fiel a la filosofía de su juego, de manera que Casillas se tuvo que emplear a fondo en un mano a mano con Diego Castro.

Así, con el partido más abierto que nunca, el Real Madrid demostró que su pegada sólo había estado anestesiada en el primer tiempo. Higuaín hacía el tercero en el 67 ajustando el esférico al palo desde la frontal, en un tanto que acabó por sentenciar el choque. 3-1 y Pellegrini aprovechó para dar minutos a secundarios de lujo como Gago y Raúl, mientras que Granero y Van der Vaart se iban a la banqueta.

De ahí al final, ocasiones para los dos bandos en lo que fue una clara antítesis a lo ocurrido en el primer periodo. Cristiano Ronaldo lo intentó una y otra vez a la búsqueda del gol, pero este sábado la suerte no estaba de su parte. Por tanto, 3-1 final, tres puntos y la sensación de que el Real Madrid superó a un rival muy incómodo que incluso pudo llegar a merecer mejor premio, a tenor de lo visto sobre el césped.