Un Coliseum de difícil digestión

Visitar Getafe para el Real Madrid es sinónimo de partido duro y trabado. Las pequeñas dimensiones del terreno de juego (105x70) no suelen facilitar el juego técnico de los blancos, por lo que habitualmente se encuentran ante un rival que sale a jugarles de tú a tú y que apenas les deja huecos en defensa. De esta forma, los azulones consiguieron vencer a su vecino mayor en su temporada de debut, la 2004/05. En aquella ocasión el marcador fue un 2-1 al que curiosamente contribuyó el ahora central merengue, Raúl Albiol.

La campaña siguiente la historia mejoró ligeramente para los visitantes, pues un tanto de Baptista contribuyó a arañar un empate en el duelo disputado en el Alfonso Pérez (1-1); pero en la 2006/07 los blancos volvieron a caer en los errores antiguos y cedieron por segunda vez tras un solitario tanto del valencianista Alexis (1-0). Por consiguiente, el Real Madrid sólo logró llevarse como botín un punto en sus tres primeras visitas a Getafe, una tendencia que acabó por romperse en septiembre de 2007 con un gol de Sergio Ramos (0-1).

El mal fario estaba roto, por lo que los merengues parecía que ya habían encontrado el camino para la victoria ante los sureños. Pero nada más lejos de la realidad, pues la temporada pasada la historia inicial se repetía una vez más y el Getafe goleaba al Madrid (3-1) en uno de los peores partidos de la temporada de los blancos. De esta forma se reabría un capítulo que parecía cerrado y que este jueves volverá a sobrevolar el campo getafense. Tres derrotas y un empate en cinco partidos son muy malos resultados para un equipo acostumbrado a ganar como el Madrid, por lo que la próxima jornada los de Pellegrini están obligados a despejar las dudas de los últimos años si quieren mantener intactas sus opciones de cara a la Liga.