La visita del Barcelona el próximo 10 de abril es una cita cuya relevancia no permite dejar ningún factor al azar. Por ello, Manuel Pellegrini se está viendo en la obligación de mejorar en estos días la defensa del equipo, ya que, antes del domingo pasado, el Real Madrid sumaba siete partidos de Liga y dos de Champions League encajando un gol o más. De esta forma, en las últimas siete jornadas del campeonato nacional el equipo había recibido una docena de goles, mientras que en las 22 anteriores la suma total de tantos recibidos había sido de 14.
Por ello, el encuentro de Santander suponía una pequeña prueba de fuego para la zaga del equipo. Con la sorprendente titularidad de Metzelder tras cerca de seis meses de inactividad, el Real Madrid se veía en la necesidad de no encajar ningún tanto para reforzar su moral ante la visita la semana siguiente del segundo equipo más goleador de la categoría, el Barcelona del Pichichi Leo Messi. Y, aunque es cierto que el Racing no es un equipo de gran poderío en ataque, el conjunto merengue superó la misión cántabra con nota, pues los locales apenas llevaron peligro a la portería de Casillas y acabaron el encuentro con su tanteador a cero.
Así, por primera vez en diez partidos los madridistas dejaban su portería inmaculada y recuperaban sensaciones antes del Clásico de esta semana. Es indudable que ante el Barcelona el objetivo de no encajar goles va a ser muy dificil de cumplir, pero la defensa madridista debe centrarse en desactivar el peligro de jugadores como Messi, Ibrahimovic, Henry o Iniesta. Lo verdaderamente importante es que el Real Madrid marque un gol más que su rival culé, y esto es algo que será mucho más factible si el equipo muestra solidez atrás, justamente lo que no hizo la temporada pasada en este encuentro.
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