Toca remar a contracorriente

El Barcelona fue superior a un Madrid que no se encontró en todo el partido y se llevó el 'Clásico' gracias a un gol de Messi y otro de Pedro. Van der Vaart falló un mano a mano con Valdés a falta de treinta minutos para el final





Desde hace ya tiempo los choques entre Real Madrid y Barcelona eran siempre los ‘partidos del siglo’, pero es que tal y como llegaban ambos, esta vez era realmente una auténtica ‘Guerra de las Galaxias’. Y parece que la Fuerza blanca a priori impresionó a Guardiola, y es que el Emperador culé optó por blindar sus tropas con Milito de central y Álves de extremo en lugar de Iniesta, que no fue de la partida. Y efectivamente, el Madrid pronto empezó a usas sus sables de luz contra el Barcelona como se temía Pep, pues el primer córner a favor de los de Pellegrini llegó antes de que se cumpliese el minuto uno. Y la primera pseudo-ocasión también fue del Real Madrid apenas cinco después, pero eso sí, Mejuto González se encargó de ‘cancelar’ erróneamente una falta en la frontal del área y la correspondiente tarjeta amarilla a Piqué por un fuera de juego cuando el jugador blanco aún no había tocado la bola.

Sea como fuere, esa primera demostración de poder dejó paso a muchos minutos de centrocampismo total, como si los dos equipos quisieran medir sus fuerzas, pero durante toda una parte prácticamente. Los de Pellegrini salieron muy enchufados y bien colocados, presionaban muy arriba al Barcelona, incomodando mucho la salida del balón a los culés, pero con el balón en los pies tampoco estaban acertados, quizás superados por los nervios del choque. De ahí que tanto en un bando como en otro, los tímidos acercamientos llegaban sólo a latigazos. Y es que, aunque el conjunto culé tenía el control del balón, las posesiones se quebraban casi siempre en el centro del campo, dejando el protagonismo al árbitro, al que todos los jugadores le querían llevar a su terreno. Y la mejor muestra es que en los primeros treinta minutos se vieron cinco tarjetas amarillas, se pidió un penalti sobre Messi y otro sobre Ronaldo -ambos inexistentes-, y el Barcelona pidió incluso la segunda amarilla para Xabi Alonso en una mano fortuita cuando estaba en el suelo.

Messi y Pedro rompieron el partido en las inmedicaciones del descanso

Pero precisamente cuando más descontrolado parecía el partido, cuando más faltas había, y menos acercamientos se veían, Messi fue el encargado de llevarse el que era prácticamente primer envite en el treinta y dos. El argentino hizo una pared con Xavi a la altura del área blanca, amortiguó el balón elevado con el pecho para quitarse del medio a Albiol y ya solo contra Casillas batió al mostoleño con la diestra. El ‘shock’ fue grande entre el madridismo porque, aunque la posesión era blaugrana, Casillas tampoco había intervenido. Pero el mayor problema no fue el gol en sí, sino que el conjunto blanco no terminaba de encontrarse ante un Barcelona discretito. El balón no le duraba apenas en los pies, y cuando llegaba a los delanteros, éstos no eran capaces de re-conectar con los mediocampistas blancos. Higuaín tuvo la que fue prácticamente la única ocasión en la primera mitad a cinco minutos del descanso, pero su disparo se marchó alto cuando estaba solo aunque algo escorado.


-          La ficha:

0 - R.Madrid: Casillas; Ramos, Garay, Albiol, Arbeloa; Gago, Xabi Alonso, Marcelo (Guti 55’), Van der Vaart (Raúl 68’); Higuaín (Benzema 79’) y Ronaldo.

2 - FC.Barcelona: Valdés; Puyol, Piqué, Milito (Márquez 79’), Maxwell (Iniesta 62’); Keita, Busquets, Xavi; Álves, Pedro; y Messi.

Goles: 0-1, Messi (32’); 0-2, Pedro (55’).

Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Xabi (12’), Messi (18’), Albiol (29’), Xavi (30’), Álves (38’), Maxwell (51’), Ramos (60’), Garay (84’).

Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu. Lleno: 80.000 espectadores. Al inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria del presidente de Polonia, fallecido hoy en un accidente de avión.

Nada más volver de la caseta, Marcelo y Ronaldo también probaron suerte pero igual de tímidamente, y cuando se supone que era el Real Madrid el que debía achuchar al rival, Pedro volvió a pegar. ¡Y de qué manera! Estaba mareando literalmente a Arbeloa justo cuando Xavi le vio y, con el pase del ‘6’ blaugrana, el canario se plantó solo ante Casillas y le batió sin problemas para llevar el 0-2 al marcador. Afortunadamente para el Madrid, Pellegrini ya tenía preparado el cambio de Guti por Marcelo, porque el de Torrejón pudo darle al conjunto blanco ese fútbol que tanto había añorado nada más pisar el césped. Y eso evitó que el conjunto blanco se marchara a la lona a pesar de haber encajado el segundo gran puñetazo de la noche. De hecho, Van der Vaart y Ronaldo tuvieron en sus botas la igualada.

Van der Vaart falló un mano a mano con Valdés que pudo ser clave

Guti dejó al holandés franco para un mano a mano con Valdés en el minuto 58, pero el ‘23’ blanco no supo resolverlo y tiró ‘al muñeco’ para que el guardameta culé sólo tuviera que agacharse para atajarlo. Algo más de esfuerzo tuvo que hacer el ‘1’ blaugrana para despejar un tiro de Ronaldo tras un buen contraataque blanco ya en el 68, pero fue igualmente efectivo. Poco a poco, el Real Madrid se iba acercando al área visitante, e incluso sumó hasta cuatro disparos más tras el gol de Pedro, pero sin el oxígeno que dan los goles, lo cierto es que las fuerzas también empezaron a escasear.

De hecho, ya con Iniesta en el campo, Xavi controlaba el cuero sin apenas oposición, y sus conexiones con Messi a punto estuvieron de terminar en goleada culé si no llega a ser por Casillas, que salvó milagrosamente dos mano a mano con el argentino. Esas dos ocasiones parecieron inyectar en el Madrid cierta dosis de precaución, pues en los últimos diez minutos apenas atacó, quizá temerosos de marcharse con una goleada. Mejuto le anuló un gol a Raúl por manos de un Benzema que tuvo el último cabezazo del partido, pero ni el uno ni el otro pudieron recortar distancias ante un Barcelona que sin ser ni mucho menos espectacular y habiendo llegado apenas cuatro veces a la portería de Iker, fue superior al Madrid y de ahí que se llevara los tres puntos del Bernabéu y el liderato en consecuencia.