Madrid-Valencia, el duelo de los penaltis

Multitud de curiosidades adornan el partido del próximo domingo





Santillana, Michel y Raúl son los máximos goleadores con ocho dianas. El cántabro hizo todos sus goles en partidos diferentes (desde 1971 hasta 1985). 7 goles Di Stéfano; y 6 Puskas, Molowny y Alday, éste en dos hat-trick consecutivos en las 40-42. Gaizka Mendieta es el máximo artillero valencianista con 6 goles, cuatro de ellos de penalti y uno de falta directa (98-99).

Llama la atención el alto número de penaltis: el último lo transformó Villa hace dos temporadas. Han marcado desde los once metros, por el Madrid, Figo en el tiempo añadido de la 03-04; Suker, en el 97-98, Hierro en la 94-95, Juanito, en la 77-78, Pirri en la 78-79 y también Puskas, Molowny y Mardones. Por los valencianistas, además de los cuatro de Mendieta y el de Villa, Penev en la 94-95, Roberto en la 91-92, Kempes dos, en las 80-81 y 83-84 y también Ribelles y Seguí.

Morientes (también Lecue) no lo ha hecho de penalti pero sí en los dos equipos (tres como local, siempre abriendo el marcador, y otro como visitante, en la 06-07), en cambio, Mijatovic nunca marcó en un Madrid-Valencia. Jugadores que han militado en los dos equipos: añadir, a los ya citados, los actuales Albiol y el meta César; Cañizares, Ochotorena, Alba, Iván Campo, Elzo, Escudero, Quique Flores, Helguera, Luján, Maqueda, Marrero, Milla, Muñoz Pérez, Nebot, Ochoa, Planelles, Gaspar Rubio, Sol y Tendillo.

Hay anécdotas de los Madrid-Valencia curiosas, como que Zidane falló un penalti (dio en el poste) en la 05-06, que Mendieta marcó su primer gol jugando de lateral derecho, que Camarasa terminó de portero por expulsión de Ochotorena en la 90-91, que el mismo Ochotorena se retiró en el minuto 7 de la 88-89 en cuanto vio peligrar el trofeo Zamora, tras marcar Michel un tempranero 1-0 (le sustituyó Sempere); que Palanca –aquel del Nou Camp- también jugó media hora larga contra el Valencia, o que el gol más rápido lo marcó Marañón en la 73-74 en el primer minuto: un cañonazo que dio en el larguero y botó ya dentro.