El verano pasado fue bastante movidito en el club de Concha Espina en lo que a materia de ficjahes y traspasos se refiere. Un total de 250 millones invirtió el Madrid para confeccionar una plantilla que volviera a situar a la entidad al lugar que hasta no hace mucho tiempo sí ocupaba en Europa. Nombres como los de Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema o Xabi Alonso volvieron a situar el nombre del Real Madrid en las portadas de periódicos de medio mundo. Por contra, el Madrid, para recuperar parte de lo invertido, tuvo que vender a algunas de sus piezas clave de la temporada pasada, y entre ellas estuvieron las de los holandeses Robben y Sneijder.
40 millones consiguió recaudar el Madrid por el traspaso de estos dos jugadores (25 por el extremo y 15 por el mediapunta). Más o menos lo mismo que lo que le costó al Madrid fichar este verano. El fichaje del francés trajo consigo algunas peculiaridades, como fue la introducción en de varias cláusulas por objetivos, según las cuales el Madrid pagaría al Lyon un millón de euros en el caso de que los blancos ganaran la Champions, o también si el galo resultaba elegido Balón de Oro.
Ninguna de estas premisas se ha cumplido con el bueno de Karim. Pero la pregunta que surge ahora es si hizo bien el Madrid en no introducir este tipo de condiciones a la hora de traspasar a Sneijder y Robben. Ambos jugadores han sido claves en el buen hacer de sus respectivos equipos, el Bayern de Munich y el Inter, en la Champions, pero los blancos no se han visto beneficiados de ninguna de las formas por la buena actuación de sus ex jugadores. ¿Acierto o error de la dirección deportiva?
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