Este Madrid nunca se rinde

El Madrid tuvo que remontar hasta en dos ocasiones. Vadocz y Aranda (ayudado por un fallo garrafal de Albiol) marcaron para el Osasuna, y Marcelo y Ronaldo, en dos ocasiones, para el Madrid. El luso marcó el último a falta de solo dos minutos del fina





Una semana más, el Madrid jugaba después del Barcelona y con la presión añadida de tener que sumar tres puntos tras la victoria de los culés. Pero lo que no era habitual era que el conjunto blanco comenzara perdiendo en su estadio. Y es que a los siete minutos Aranda dio la sorpresa en el coliseo blanco. Albiol cedió demasiado flojo a Casillas un balón que aparentemente era inofensivo pero que se convirtió en el mejor de los regalos para el delantero formado en La Fábrica, que se hizo con el esférico, encaró a Casillas y con un autopase logró quedarse completamente solo con la portería vacía para sumar el primer tanto para el Osasuna. Era la peor forma de comenzar un encuentro, ya no sólo por el tanto en contra, sino porque era el central madridista el que había cometido el fallo y el valenciano acusó cierto nerviosismo durante los minutos siguientes.

Lo único bueno del gol navarro era que llegó con 83 minutos de margen para poder remontar, y el Madrid demostró que no iba a tirar la toalla ni en el encuentro de hoy ni en la lucha por la Liga. Y a los cinco minutos Ronaldo ya tuvo en su cabeza el empate, pero su remate a bocajarro se marchó rozando el palo de la portería de Ricardo. Eso sí, era otro Ricardo el que estaba siendo protagonista del partido: Ricardo Kaká. El brasileño, que reaparecía en el Bernabéu, fue hoy uno de los mejores del bando merengue, parece que el gol de la semana pasada en Zaragoza ayudó y mucho al '8' blanco, que estaba en todas las jugadas de peligro de los de Pellegrini. Un técnico que a pesar del resultado adverso seguro que estaba contento por el juego de los suyos, que demostraron mucha movilidad en campo contrario, ocupando las bandas constantemente y, sobre todo, con la dupla Kaká-Ronaldo que cada vez que aparecía causaba estragos. Y de hecho, Kaká fue el que avisó con otro cabezazo a bocajarro para que el luso empatara ya en el veinticuatro. Cogió el balón en la línea de tres cuartos del campo visitante, se subió a su moto y ya fue imposible pararle. De un recorte se marchó de Rúper, y cuando Azpilicueta y Roversio quisieron pararle, el '9' blanco ya había cargado la pierna y había disparado al palo corto para llevar el empate al electrónico.

Kaká fue uno de los mejores en la primera mitad

Eso sí, a pesar de la superioridad blanca y de que el Osasuna estaba muy blando en defensa, los de Camacho no estaban nada tímidos en ataque, planteándole al Madrid casi un cara a cara, un partido de ida y vuelta. Aranda se había erigido en una torre en la línea de vanguardia rojilla que era difícil de derribar, y por su cabeza o por sus botas pasaban casi todos los balones del cuadro navarro. Y de hecho, fue Aranda el que asistió a Vadocz en el segundo gol visitante. Porque aunque era el Madrid el que buscaba la cara del contrario, el Osasuna era el que la encontraba cada vez que soltaba los puños. Camuñas tuvo una oportunidad muy buena en el veinte después de marcharse de Arbeloa y Xabi Alonso, pero desde dentro del área disparó por encima del larguero. Pero Vadocz ya no perdonó. Recibió un buen pase de Aranda con la cabeza y fusiló literalmente a Casillas en el cuarenta y dos desde dentro del área.


Afortunadamente para el madridismo, Marcelo tardó poco en contestar y pudo contrarrestar el gol antes del descanso. A pesar de jugar de lateral hoy, el brasileño era un constante puñal en la banda siniestra, pisando continuamente el campo osasunista. De ahí que Azpilicueta pudiera hacerle penalti ya en el minuto veintiséis, y uno antes de marcharse a los vestuarios cabeceó a gol un buen centro de Granero desde la banda derecha. El '12' blanco entró como un toro desde fuera del área y, a pesar de no llegar al metro setenta de altura, remachó con la testa a gol y devolvió la esperanza a la afición, que por tres minutos vio cómo la Liga se escapaba. La misma afición que llegando al minuto sesenta despidió con pitos a Granero cuando fue sustituido por Guti, a pesar de la asistencia y de que no estaba siendo ni mucho menos la peor tarde del 'Pirata'.

- La ficha:

3 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Ramos, Albiol, Marcelo; Gago (Juanfran 84'), Xabi, Granero (Guti 58'), Kaká (Benzema 66'); Higuaín y Ronaldo.

2 - Osasuna: Ricardo; Azpilicueta, Sergio, Roversio, Monreal; Nekounam, Rúper, Juanfran (Masoud 60'), Vadocz, Camuñas; y Aranda (Calleja 75').

Goles: 0-1, Aranda (7'); 1-1, Ronaldo (24'); 1-2, Vadocz (42'); 2-2, Marcelo (44'); 3-2, Ronaldo (88').

Árbitro: Mateu Lahoz (Com. valenciano). Amonestó a Marcelo (71'), Monreal (72')

Incidencias: Jornada 35 de Liga. Estadio Santiago Bernabéu. Lleno: 80.000 espectadores.

Pellegrini hizo debutar a Juanfran, pero fue Ronaldo el que marcó el gol definitivo

Un cambio que por otra parte era necesario porque el Madrid se había atascado en la segunda parte y se echaba en falta algo de chispa en ataque. El Osasuna salió algo más serio y ordenado y al conjunto blanco le costaba romper la red rojilla. Granero y Ronaldo tiraron desde fuera del área sin fortuna en el cincuenta y en el sesenta respectivamente, y es que de hecho fueron los de Camacho los que tuvieron las ocasiones más claras para distanciarse en el marcador. Casillas salvó bajo los palos un remate de Aranda al saque de un córner, pero fue Masoud el que tuvo la oportunidad más clara en el sesenta y seis. Bueno, mejor dicho, no podía ser más clara. En un nuevo despiste de la defensa blanca, que hoy estuvo más floja que de costumbre, Vadocz se plantó solo frente a Casillas, pero quién sabe si por miedo escénico o por qué, en lugar de tirar decidió pasársela a Masoud, que no se lo esperaba y no llegó a rematar bien al balón, mandando el esférico fuera.

La oportunidad pareció alertar a Pellegrini, que sacó su última bala con el canterano Juanfran, y también al resto de jugadores merengues, a los que ya no les quedaba otra que tirar de heroica, y bien que tiraron en los últimos minutos ayudados por un Bernabéu que llevó en volandas a su equipo. Marcelo probó los guantes de Ricardo en el setenta y siete, Guti tiró por encima del larguero ya en el ochenta y dos desde fuera del área, y Ronaldo a punto estuvo de marcar también a falta de cinco para el final. Pero el luso se guardó lo mejor para el ochenta y ocho. Higuaín, que había estado desaparecido, centró desde la izquierda en el borde del área y el '9' cabeceó a la red desde el segundo palo pegado a la línea de gol llevando el éxtasis al equipo blanco y al coliseo merengue, que estalló de júbilo con el tercer tanto madridista. Y es que no en vano, era el tanto que le permitía seguir en la lucha por el campeonato. Con mucho sufrimiento eso sí, pero se seguía vivo.