Kaká, actor secundario en la victoria

El brasileño fue suplente





Estar dos meses sin entrenar pesa a cualquiera. Volver a coger el ritmo de competición es muy complicado, por mucho que seas Kaká o que hayas ganado el Balón de Oro. Así lo ha entendido Pellegrini quien, en una decisión cuanto menos sorprendente, decidió dejar al brasileño en el banquillo ante el Athletic de Bilbao. Ante Osasuna y, sobre todo, el Mallorca se vio a un Kaká muy lejos del estado de forma de sus compañeros, por lo que su entrenador estimó oportuno dejarle y darle entrada, eso sí, en la segunda parte para que siguiera cogiendo ritmo de juego.

La novedad en el centro del campo ha sido la presencia de la doble G (Granero y Guti), que no jugaban juntos en un once titular desde que los blancos cayeran eliminados de la Champions ante el Lyon. Así las cosas, el once que dispuso Pellegrini ante el Athletic de Bilbao fue el formado por Casillas en la portería; Arbeloa, Marcelo, Albiol y Sergio Ramos en línea defensiva; Xabi Alonso y Gago acompañando a Granero y Guti; con Higuaín y Cristiano Ronaldo en la punta del ataque.