El Xabi de la selección ya supera en goles al Xabi del Madrid

A pesar de jugar menos partidos con la Roja





No es ningún descubrimiento por otra parte, pues el mediocentro ya había sido un pilar básico en el Liverpool, así como uno de los jugadores más importantes de la selección española. Aunque eso sí, paradójicamente es con la Roja con quien da un rendimiento mayor de cara a puerta, a pesar de que es con quien menos partidos disputa.

El '22' merengue ha terminado la temporada con el Madrid con tres goles en su haber: uno de penalti ante el Villarreal (6-2), y dos muy similares ante Sporting de Gijón (3-1) y Atlético de Madrid (3-2) pegado a la línea de meta tras sendos córners. Tres tantos en 41 partidos, un balance mucho menor al que ha conseguido con la selección española en este curso.

 


Y es que el gol logrado el pasado martes en Murcia ante Polonia (6-0) fue el cuarto del mediocentro vasco con la elástica de España desde que aterrizó en Madrid. Logró dos en el amistoso ante Argentina (2-1) en noviembre y otro más ante Arabia Saudí (3-2) en el primer encuentro de preparación para este Mundial de Sudáfrica. Y todo ello en apenas once partidos, lo que deja una media de casi un gol con la selección cada tres encuentros.

Es curioso, porque estos números son más o menos similares a los de las últimas campañas de Xabi Alonso, pero lo más anecdótico de todo es la forma en los que han llegado. Y es que los tres logrados con el Madrid fueron tras jugadas a balón parado (penaltis o córners), mientras que de los cuatro de la selección, sólo uno llegó de penalti (ante Argentina). El otro ante los hombres de Maradona llegó tras aprovechar un rechace dentro del área, y ante Arabia y Polonia marcó con un disparo desde el balcón del área. Precisamente estas características goleadoras eran de las que más explotaba también en el Liverpool además de con la selección: el oportunismo en los rechaces, los disparos fuertes desde lejos de la portería y la llegada desde atrás. Sin embargo, en el Real Madrid apenas han aflorado. ¿Hay alguna explicación lógica a esta gran paradoja?