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Ya sea por la presencia de Víctor Valdés en la lista de 23, o por la estancia de la mencionada periodista en la concentración de la Selección Española. El hecho es que la estancia de Iker Casillas con la Selección Española está resultando ser todo un martirio. Y no es porque Casillas no esté feliz con sus compañeros de equipo, sino que el entorno que rodea a la 'Roja' y el sector de la prensa dedicado a meterse más de la cuenta en la vida personal de cada uno le están dificultando el estar a gusto con sus compañeros.
Las críticas empezaron a hacerse ya en el primer amistoso de preparación ante Arabia Saudí, cuando el cancerbero madridista falló en la salida a un balón aereo, lo que facilitó el gol del combinado arabe. La prensa del movimiento culé empezó a exigir entonces la titularidad de Víctor Valdés, un novato en la Selección. Del Bosque le dio la oportunidad al guardameta del Barcelona en el amistoso ante Corea del Sur, y el cancerbero del Barça repitió entonces la misma cantada del partido anterior de Casillas.
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Con el inicio del Mundial parecía que el debate Casillas - Valdés iba a estar silenciado para siempre. Lo cierto es que nadie discute la titularidad de Casillas, pero los 'listillos' de siempre han sacado ahora a colación la presencia de su novia, periodista de profesión, en el mismo lugar de trabajo del cancerbero madridista. A pesar de que cada uno realiza su trabajo con total profesionalidad, el morbo que despierta su presencia en Sudáfrica ha provocado que Casillas tenga una presión sobre su persona que es insoportable para afrontar una competición de la trascendencia del Mundial de Sudáfrica.
Con la derrota ante Suiza las críticas han vuelto a aflorar sobre un portero que tal vez pudo hacer algo más en el gol, pero que no tuvo nada de culpa en los problemas de la selección para generar ocasiones en la portería rival. ¿O es que, a parte de parar los balones imposibles a los que nos tiene acostumbrados, tiene que meter también goles? Personificar la derrota en una sola persona no es para nada correcto, y responsabilizar el supuesto mal estado de un jugador por una relación amorosa es más miserable aún. Más vale poner fin de una vez por todas a esta cuestión si no queremos ver a nuestra Selección fuera del Mundial antes de lo deseable.
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