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Con el fichaje de Maicon prácticamente descartado, según el propio agente del jugador, y el fichaje de Carvalho, parece claro que Mourinho ha querido mandarle un mensaje a Garay para que se ponga las pilas si no quiere ceder posiciones en el escalafón defensivo del Madrid.
La lesión de Pepe en EE.UU le hace ser duda muy seria para el estreno blanco en el campeonato de Liga ante el Mallorca. Es por ello que, a fecha de hoy, el Madrid sólo cuenta con tres centrales, teniendo en cuenta que Ramos sigue siendo lateral, sanos: Raúl Albiol, Carvalho, y Ezequiel Garay.
Mourinho le ha querido pasar, precisamente, la prueba del algodón a Garay. No sólo en los entrenamientos, en los que le ha medido en velocidad y en espacios largos con los delanteros, sino también en los partidos. No en vano, ha sido el único jugador de la plantilla que ha jugado los 90 minutos en los dos partidos de pretemporada disputados hasta la fecha, ante el América de México y los Galaxy. El portugués no acabó muy contento con su actuación en el primer partido, de ahí que volviera a medirle en el segundo. La lesión de Pepe no hace sino confirmar que el Madrid no está especialmente sobrado en esa parcela del campo (de ahí el firmar a Carvalho) y, a la espera de la reacción de Garay, Mourinho tiene decidido medir al milímetro al argentino. Quiere estar seguro de que puede confiar en él como jugador número 12. Hasta el momento una de cal y una de arena adornan su currículum. La prueba del algodón, por tanto, seguirá en marcha para Garay. La próxima es de órdago, Múnich.
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