La obsesión de Florentino tiene nombre

El presidente madridista gusta de contratar a jugadores ofensivos





Como seguidor del buen fútbol que es, Florentino Pérez no suele tener reparos a la hora de contratar a las principales estrellas del panora internacional. De hecho, sus preferencias suelen orientarse hacia los futbolistas que juegan en la posición de mediapunta y de segundo delantero, ya que es ahí donde el dirigente madrileño ha invertido más en los siete años en total que lleva al frente del mejor club del siglo XX.

Así, nada más llegar a Concha Espina, Florentino realizó uno de los fichajes más sonados de la historia de la Liga, el de Luis Figo por 10.000 millones de pesetas, o lo que equivale a 60 millones de los actuales euros. Pero este no fue más que el primero de una larga lista de futbolistas que acostumbran a jugar en una segunda línea atacante. En consecuencia, tras el luso, llegaron Zidane (72 millones de euros en el 2001), Michael Owen (12 millones en el 2004), Julio Baptista (25 millones en 2005), Robinho (30 millones en 2005), Antonio Cassano (5,5 millones en el 2006), Kaká (65 millones en 2009), Cristiano Ronaldo (96 millones en 2009), Esteban Granero (4 millones en 2009), Canales (6 millones en 2010), Di María (25 millones en 2010) y Pedro León (10 millones en 2010).

En total, más de cuatrocientos millones de euros para traerse a una docena de jugadores que se mueven por la mediapunta o por la zona ofensiva de las bandas. Todo ello a pesar de que en este análisis no entran las estrellas fichadas por el presidente para el puesto de delantero centro, pues los traspasos de Ronaldo o Benzema incrementarían las cifras ostensiblemente. En consecuencia, no sorprende que ahora el Real Madrid le haya dejado claro a Mourinho que si quiere un nuevo refuerzo, deberá conformarse con que este sea un mediapunta como Özil. Y es que puestos a elegir, Florentino prefiere a los centrocampistas ofensivos a los delanteros puros.