En estos momentos, hay dos motivos claves por los que la contratación de Özil ha de realizarse en breve. El primero es por el deseo de José Mourinho de contar con la plantilla al completo cuanto antes, de manera que disponga de todos sus efectivos antes de que de comienzo la temporada liguera durante la última semana del mes de agosto. Sin embargo, en caso extremo, el luso esperaría lo que hiciese necesario para tener su último regalo veraniego, aunque sea a costa de no poder contar con él en la preparación.
Pero el aspecto clave que hace pensar que la operación está cercana a su fase clave es la proximidad de la disputa de los partidos de la fase previa de la Liga de Campeones. El próximo día 17 de agosto el Werder Bremen alemán, conjunto en el que milita Özil, juega su partido de ida frente a la Sampdoria italiana. Un choque en el que, en caso de jugar el mediapunta, se imposibilitaría su participación en la competición europea de este año con la camiseta de otro equipo. Es decir, si Özil participase ante la Sampdoria no podría hacerlo posteriormente en Champions con el Real Madrid.
Y lo mismo pasa con otros de los futuribles del equipo madridista, como Luis Fabiano o Hugo Almeida. En el caso del portugués, la situación es exactamente la misma a la del alemán, ya que ambos son compañeros en el Werder Bremen. En cuanto al brasileño, el Sevilla se medirá al Braga luso y su salida de Sevilla con destino a Marsella o Madrid se ha convertido en una verdadera contrarreloj. Por ello, aunque el mercado no se cerrará hasta el día 31 de agosto, sí quedará prácticamente definido en cuanto a los grandes traspasos antes del próximo martes.
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