Así vio DC el RM-Peñarol

El Madrid despidió la pretemporada con una nueva victoria





 David Jorquera

El Madrid sigue sin jugar a nada. A nada de nada habría que decir. Son ya varios los partidos los que llevo viendo en esta era Mourinho y casi todos están cortados por el mismo patrón, un rival enfrente muy normalito tirando a malo, y el juego del Madrid excesivamente flojo, plano y, lo que es peor, muy previsible. Al menos, el propio entrenador sabe que su equipo no está jugando bien. Ante el Peñarol le salvó un gran gol de Di María, futbolísticamente el más aplaudido en el Bernabéu, y que el público que acudió a Chamartín no es el exigente y de morro fino que acude a los partidos del campeonato de Liga.


Jaime de Carlos

Acabó la pretemporada y lo hizo con la sensación de que este Real Madrid aún tiene mucho camino por recorrer. Cosa lógica por otra parte, teniendo en cuenta el cambio de entrenador y la llegada de seis nuevos fichajes. Aún así, es de suponer que la calidad del equipo será suficiente para empezar la liga el domingo ante el Mallorca con buen pie; si bien el buen juego debe alcanzarse de aquí a octubre. Mimbres para ello hay, como se ha demostrado este martes, ya que el equipo ha evidenciado mucha movilidad en ataque además de velocidad y verticalidad. Y como asignatura pendiente para los próximos días queda recuperar el olfato goleador de Higuaín, acoplar en defensa a Carvalho y mejorar el nivel físico de Özil.

Daniel Castellanos

El Madrid sigue todavía sin convencerme. No es un problema de actitud, ya que los jugadores corren hasta matarse. Tampoco es una cuestión de falta de calidad, porque de eso el equipo va de sobrado, sino de asimilación de conceptos. Para Mourinho es fundamental que el equipo recupere el balón en campo rival, y este concepto todavía no acaban de asimilarlo los jugadores, ya sea por falta de forma física o por despistes puntuales a la hora de presionar. Tampoco hay elaboración en el medio, siendo lo más normal ver a Canales corriendo de un lado para otro como un pollo sin cabeza. ¿La mejor noticia del encuentro? Que Di María le va cogiendo la onda a esto de jugar en el Madrid. El resto, como diría Julio Maldonado ‘Maldini’, una bakalá infame.