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Y es que desde que Beckham pusiera de moda este número, en el Real Madrid lo han portado jugadores de calidad como Sneijder o Van der Vaart. Sin embargo, el inglés sólo ganó un título de los importantes (la Liga de Capello en 2007, aunque estuvo mucho tiempo apartado del equipo) con dicho dorsal. Los holandeses, por su parte, a pesar de haber logrado algún trofeo bajo dicho número, no terminaron saliendo de forma airosa de la casa blanca. Sneijder se marchó al Inter y Van der Vaart acaba de hacer lo propio al Tottenham.
De ahí que el reto para Özil sea importante. No sólo tiene que hacer bueno un dorsal que han llevado mitos del deporte como Jordan sino que, además, debe acabar con ese pequeño gafe que persigue a los jugadores del Real Madrid que, en los últimos años, lo han lucido en su espalda ¿Logrará Özil acabar con la maldición?
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