Tras los choques ante el Mallorca y el Osasuna cundió cierto desánimo en la afición merengue por el escaso bagaje conseguido por el equipo. Un sólo gol a favor y ninguno en contra para cuatro puntos, mientras que el juego desplegado por el equipo distaba mucho de ser bueno. Aun así, el Real Madrid se había caracterizado en los dos partidos de Liga por las numerosas ocasiones que había fallado, teniendo una paupérrima efectividad del 2,56%.
En total, sumando estos dos partidos, los blancos remataron a puerta un total de 38 veces, logrando únicamente el tanto que marcó Ricardo Carvalho ante los navarros. Por ello, el partido ante el Ajax era clave para conocer si estos datos eran simple casualidad o realmente el equipo se encontraba en una crisis de juego y definición. Pues bien, el duelo europeo respondió a las dos grandes dudas y dejó una buena noticia y otra mala.
La positiva fue que el equipo mejoró notablemente su fútbol, disputando su mejor partido en los últimos meses. Los de Mourinho avasallaron a su rival desde el minuto uno y no les dejaron respiro ni un sólo instante. Sin embargo, el aspecto negativo es que el equipo remató hasta 36 ocasiones frente a sus rivales, 16 de ellas entre los tres palos. O lo que es lo mismo, la efectividad en los tres partidos oficiales del equipo ha pasado ya a ser del 4%, aún muy por debajo de lo esperable para un equipo que la campaña pasada fue capaz de marcar 102 goles en Liga.
La lectura de ello que se puede hacer es que el equipo está en clara progresión. De hecho, ante el Ajax el Real Madrid remató casi tantas veces como en los encuentros de Mallorca y Osasuna juntos, y éso que en cada uno de ellos ya realizó un choque notable en ataque. Así que ahora sólo queda ajustar el punto de mira de cara a la portería rival, algo para lo que será fundamental mejorar la confianza de jugadores como Cristiano Ronaldo o Di María, quienes se mostraron algo ansiosos el pasado miércoles.
Fuente de las imágenes: realmadrid.com
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