El cuadro de Massimiliano Allegri, que dejó en el banco, de inicio, al brasileño Robinho, dejó cerrado el encuentro ante el Chievo en media hora. Dos acciones de Pato, ambas a centros de Ibrahimovic, encarrilaron la victoria local y sosegaron al bloque rossonero, que pudo perder, por lesión, a Thiago Silva. El zaguero brasileño es duda para jugar en el Santiago Bernabéu el próximo martes. Tuvo que ser sustituido al cuarto de hora de la segunda mitad por una lesión en el tobillo. El brasileño se marchó del terreno de juego en camilla.
Pato, artífice de la victoria del Milán el pasado año en el Santiago Bernabéu (2-3), advirtió de su gran momento. Tanto en cuanto a participación y movilidad como en lo referente al acierto. Allegri, de hecho, le resguardó. Y en la segunda parte le sacó del campo para dar entrada a Robinho. El Milan se aplicó en defensa. Los cambios dictados por el preparador del Chievo, quinto en la tabla, Stefano Pioli, no mejoraron el aspecto de los visitantes. El suizo Gelson Fernandes y Cyril Thereau saltaron al campo tras el intermedio en lugar del uruguayo Pablo Mariano Granoche y Simone Bentivoglio.
El tramo final del partido se animó a causa del gol, en propia puerta, de Zlatan Ibrahimovic, que hizo recuperar el aliento del Chievo, incapaz de aprovechar la distracción de su rival, que hacía tiempo se había puesto a pensar en el compromiso de la Liga de Campeones. Robinho, en el descuento, redondeó el triunfo del Milán, que reforzó su espíritu antes de acudir al Bernabéu.
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