Los títulos se ganan con hechos demostrables, no con estadísticas de usar y tirar. Y con José Mourinho se está cumpliendo esa premisa. Lo importante para el portugués no es golear a los equipos de la zona baja de la tabla, como sí se hacía la temporada pasaada, sino ganar los partidos de verdad. El equipo de Pellegrini era mucho más goleador que el actual. Es más, en las tres primeras jornadas de la Champions marcó un total de diez goles, pero cuando le llegó el primer partido gordo en esta competición, el Milan, el equipo no dio la talla (2-3 en contra).
Con anterioridad se ganó al Zurich (2-5) y el Olympique de Marsella (3-0) sin mucha brillantez pese a lo abultado del resultado. Mourinho está demostrando que los títulos no los dan las goleadas ante 'medianías', sino el saber competir ante equipos de verdad. Y eso es lo que ha conseguido el portugués, ya que pese a que su equipo tan solo ha sumado cinco goles en Champions, ha hecho pleno de puntos en Champions.
Mourinho ha conseguido construir un equipo fiable, al que es difícil verle relajarse pese a ir por delante en el marcador. Los madridistas saben ya que si este equipo se pone por delante saben que va a ser casi imposible que le remonten. Rentabiliza sus goles como nadie, y cuando la maquinaria ofensiva esté completamente engradada, este equipo puede marcar una época. Y si no, al tiempo.
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