El trébol pasa por no pifiarla

Con Mourinho al frente, el Real Madrid 2010-11 vive instalado en la lógica. La misma que le hace ser líder en España y también en Europa. Aún no han venido los partidos serios en la competición doméstica ni los cruces a doble partido en Europa. Ahí es donde se deberá empezar a medir a este equipo.

Hasta que eso suceda, y por raro que suene, Mourinho sabe que el de esta noche frente al Murcia, equipo de Segunda División B, es el más importante de la temporada. No hay título alguno en juego pero sí la posibilidad de perderlo. El Madrid se juega mucho en este envite. No tiene nada que ganar y sí mucho que perder. De ahí que si a las 22.00 el Bernabéu no es noticia, sería la mejor de las señas para el aficionado blanco. La normalidad seguiría impregnando la temporada merengue. Y eso, a estas alturas de temporada y con los precedentes coperos que atañen a los blancos en los últimos tiempos, ya sería mejorar las prestaciones de la maquinaria blanca.

El técnico madridista se agarra a la bandera española y al orgullo patrio para sacar adelante el partido. Se guardará en la recámara las balas de Cristiano Ronaldo y Di María pero entiende que deben ser los nacionales los que acerquen al Madrid al palco de su Majestad. Así las cosas, sólo Marcelo, Higuaín y Benzema pondrán la nota de color en un once inicial en el que el producto nacional toma el poder con ocho integrantes presenciando el pitido inicial sobre la hierba. Irunes o Alcorcones aparte, el Madrid sabe que su trébol pasa por no pifiarla ante el Murcia. Avisados están. Y si encima les entrena Mourinho, doblemente avisados.