Y es que en aquella ocasión el Real Madrid acudió al estadio de El Molinón con cuatro de sus cinco delanteros lesionados. Ni Cristiano Ronaldo, ni Higuaín, ni tampoco Benzema y Van Nistelrooy pudieron estar disponibles para su entrenador de cara a aquél partido. Pellegrini tuvo que cambiar entonces su esquema de juego para poner en liza al único atacante sano que por aquél entonces tenía el equipo, Raúl, con Kaká apoyándole desde la posición de mediapunta.
Debido a estas bajas los blancos no crearon demasiadas ocasiones de gol en aquél partido. Sin embargo, los atacantes blancos pudieron en esta ocasión demostrar lo importantes que son en este Real Madrid, y gracias a su presencia los de Mourinho no sólo han conseguido ganar al Sporting de Gijón, sino que conservan una semana más el liderato.
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