¡Va por usted, Preciado!

Higuaín, con un gol a diez minutos del final, da los tres puntos a un Madrid que no pudo llevar a cabo su mejor fútbol merced al lamentable fútbol del Sporting, basado sólo en dar patadas





Manuel Preciado quería un partido calentito, y así fue. La verborrea del técnico del Sporting hizo que sus jugadores plantearan un partido feo y trabado, como si a este Madrid no se le pudiera ganar jugando un buen fútbol. Y es que la salida de los asturianos  fue como si la de un equipo de rugby se tratara: balonazo, falta, placaje, pelotazo. Unos recursos que en principio pueden parecer pobres para un conjunto de Primera División, pero es el tipo de partidos que a los de Mourinho se les está atragantando esta temporada.

Sin embargo, y pese a este ambiente tan hostil, fue el Madrid el que creó la primera ocasión clara de peligro. Fue tras una gran combinación entre Özil e Higuaín, aunque el remate del argentino se estrelló irremediablemente en el palo. Todo hacía indicar que, tras esa clara ocasión, que vendría acompañada además por otro chut de Di María que fue salvado ‘in extremis’ por la zaga del Sporting, los blancos se harían dominadores del choque. Pero nada más lejos de la realidad.

El Sporting se olvida del 'fair-play'

Con todo un recital de fantasmadas, triquiñuelas, exageraciones, pataditas por aquí y codazos por allá, los de Preciado (menos mal que el maestro de la provocación era Mourinho) consiguieron que no hubiera nada de fútbol. Pero lo peor de todo no fue la cantidad de faltas que se pitaron en la primera parte, que impidió que se enlazaran cinco pases seguidos, sino que el colegiado del encuentro, el señor Turienzo Álvarez, ejerció de palmero ante las atrocidades que se estaba cometiendo sobre el césped. Lo peor que se puede hacer en batallas de esta índole es intentar ser ecuánime, y eso es lo que hizo el ‘trencilla’ de turno, y el principal perjudicado de eso fue el espectáculo.

Debido a este juego brusco, ni Madrid ni Sporting fueron capaces de crear más ocasiones de peligro en la primera mitad. Tan solo hubo dos tímidos acercamientos del conjunto norteño que fueron bien defendidos por la zaga madridista. Lo demás consistió en patadas, protestas y tanganas que impidieron que se pudiera ver fútbol hasta el tiempo de descanso.

El paso de los minutos provoca inevitablemente el cansancio de los jugadores, sobre todo a aquellos que no han intentado jugar al fútbol, como así hicieron los jugadores del Sporting en la primera parte. Eso trajo consigo que el Madrid que saliera con otro aire en la segunda parte, en primer lugar porque ya no jugaba tan preocupado por las patadas del equipo rival, y en segundo término porque para los de Mourinho era fundamental obtener la victoria para seguir conservando el liderato.

FICHA TÉCNICA


Sporting de Gijón: Juan Pablo; Lora, Gregory, Botía, José Ángel; Rivera, Eguren (Portilla, min.85); Nacho Novo, Carmelo (Miguel de las Cuevas, min. 70), Diego Castro; y Sangoy (Barral, min.77).

R. Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Özil (Arbeloa, min. 89), Di María (Benzema, min.64), Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Lass, min.83).

Gol: 0-1: Higuaín (min.81)

Árbitro: Turienzo Álvarez (Col. Castellano-Leonés). Amonestó por el Sporting de Gijón a Diego Castro (min.10), Carmelo (min.45), Eguren (min.72) y Miguel de las Cuevas (min.88); y por el Real Madrid a Higuaín (min.35) y Khedira (min.45). Expulsó a Botía (min.90)

Incidencias: encuentro disputado en el estadio de El Molinón, que registró un lleno absoluto. Hubo un constante lanzamiento de objetos a los jugadores del Madrid.

El Madrid, mejor en la segunda parte

Di María ya dio el primer aviso con un disparo certero desde la frontal del área que fue despejado milagrosamente por Juan Pablo a corner. Era un síntoma de que el Madrid se estaba haciendo con el dominio del partido en la segunda parte, mientras que el Sporting, consciente de que el boxeo no es su deporte, fueron echándose cada vez más y más atrás. Por desgracia, el colegiado de la primera parte siguió siendo el mismo que el de la segunda, y Turienzo anuló un gol completamente legal de Higuaín por un fuera de juega completamente inventado.

El dominio del Madrid fue a más. Higuaín volvió a fallar otro de esos mano a mano que suele fallar en los momentos menos indicados. Benzema, que entró en el campo en detrimento de un desafortunado Di María, dispuso de la siguiente oportunidad, aunque el héroe Juan Pablo seguía con sus paradas manteniendo vivo al Sporting. Sangoy, con tímidas contras, era el único que creaba peligro en el equipo madridista. Y fue otro argentino, Higuaín, el que salvaría al Madrid de un cero a cero que parecía irremediable.

El argentino, como si de Raúl se tratara, se aprovechó de un balón suelto dentro del área tras disparo de Benzema (buenos minutos los suyos en El Molinón), para marcar entre un marde piernas un gol que permite a los blancos seguir una semana más en primera posición. Lo gracioso del asunto es que sólo cuando se vio con el marcador en contra los locales intentaron llevarse el partido, y Casillas volvió a desplegar las alas de santo para despejar un cabezazo de Barral en la frontal del área pequeña. Fue el último coletazo de un Sporting que murió con una acción acorde a lo que fue su partido: una entrada a destiempo de Botía sobre Cristiano que acabó con el jugador del conjunto asturiano en el vestuario. En definitiva, el a partir de ahora creador del ‘fair play’ , Manuel Preciado, casi se sale con la suya. Pero este Madrid, con mucho oficio y en medio de un aluvión de patadas, sacó el oficio que lleva dentro y se trae para casa tres puntos a domicilio de esos que pueden valer una Liga.