Y el responsable de esta obra, nos guste o no, es José Mourinho. El portugués llegó al Real Madrid avalado por su buen hacer en todos los equipos a los que había entrenado con anterioridad, con los que logró además muchos títulos (entre ellos, dos Champions), y también con la difícil misión de hacer olvidar a Manuel Pellegrini, al que su buena labor al frente del equipo no le valió al final para el equipo se llevara la Liga, competición en la que el equipo firmó unos números impresionante.
Cuando el técnico chileno fue despedido del Real Madrid para fichar a José Mourinho, este aseguró que el entrenador que viniera lo tendría muy difícil para igualar su labor, lanzando así una especie de profecía que, por suerte para los madridistas, no se ha cumplido. Y es que el portugués, en sus apenas tres meses y medio al frente del club, no solo ha mejorado los números de su antecesor, sino que ha logrado que el Madrid opte aún a los tres títulos que tiene en juego, algo que el año pasado no pudo ser tras la eliminación copera a manos del Alcorcón.
Haciendo un balance de resultados, vemos que los de Mourinho, en 17 partidos, aún no saben lo que es perder, habiendo sumado en total 13 victorias y cuatro empates, mientras que la temporada pasada el balance era de 12 victorias, dos empates y tres derrotas (Alcorcón, Milan y Sevilla). Se acusaba además a Mourinho de ser un entrenador demasiado defensivo para lo que requiere el Madrid. Pues resulta que lleva en este tiempo más goles (40), que los que se cosecharon la temporada pasada con Pellegrini (39). Y en el aspecto en donde se nota que ha habido una mejoría evidente respecto al año pasado es en el apartado de goles en contra, ya que en estos momentos se lleva tan solo ocho tantos en contra, mientras que la temporada pasada se encajaron 18.
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