Un doble pivote inédito ante el Sevilla

Mourinho, con demasiados imprevistos para enfrentarse a los hispalenses





Desde que diera comienzo la temporada, José Mourinho ha tenido muy claro cuál debía ser el patrón de juego de su equipo. Y ése pasaba por ubicar en la medular formado por un jugador de creación (Xabi Alonso) y otro más centrado en la recuperación (Sami Khedira). Cuando el alemán, por sanción o lesión, no ha podido estar a disposición de José Mourinho, ha sido Lass Diarrá el que ha ocupado su posición. Lo que queda claro es que la baja de Alonso trastoca por completo el organigrama táctico del equipo, y va a obligar al entrenador a buscar una solución en una demarcación en la que no ha sido nunca partidario de hacer muchos cambios.

Porque en los 23 partidos oficiales que el Real Madrid lleva disputados hasta el momento, Xabi Alonso ha sido titular en 20 de ellos. De todos ellos, en cuatro ha estado acompañado por Lass, mientras que en los 16 restantes ha sido Khedira el que ha jugado a su lado. Los pocos cambios que Mourinho ha hecho en esta demarcación quedan corroborados en los pocos minutos que jugadores como Diarrá y Granero han tenido a lo largo de la temporada. Es más, estos dos han formado como titulares en el doble pivote sólo en dos ocasiones, y ambas correspondieron a la eliminatoria de Copa que les enfrentó al Murcia.

La dupla Diarrá - Granero ha sido la tercera más usada por Mourinho en el centro del campo. En cuarto lugar viene la formada por los dos Diarrás, que jugaron los 90 minutos ante el Auxerre.  Y ante el Sevilla, si todo va según lo previsto, se estrenará otra pareja, que sería la formada por Lass y Khedira. Sería la tercera vez que estos dos jugadores coinciden en un once titular, pero no en el doble pivote, sino por motivo de todas las ocasiones en las que Mourinho optó por jugar con tres medios de corte defensivo. Habrá que ver como el alemán y el francés, dos jugadores con querencia a llegar al área rival, se compenetran en esa posición Y es que si surgen problemas en la medular, el Madrid va a tener serios problemas para ganar al Sevilla. Y eso, con un Barcelona en auténtico estado de gracia, puede ser pecado mortal.