El andaluz sufrió hace ocho días un esguince de grado I-II del ligamento lateral interno de su rodilla derecha. Las primeras estimaciones hablaban de un periodo de baja que le mantendría alejado de los terrenos de juego, como mínimo, hasta el primer partido del año 2011, el 2 de enero ante el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. Sin embargo, con tesón, trabajo y muchas sesiones de fisioterapia, Ramos volvió a participar en la segunda parte del entrenamiento celebrado a puerta cerrada del pasado viernes y ayer confirmó sus buenas sensaciones entrando en la convocatoria para medirse al Sevilla.
No fue, sin embargo, hasta el entrenamiento de ayer cuando Ramos y Mourinho pudieron salir de toda duda. Tras completar el ensayo junto al resto de sus compañeros la pelota estaba en el tejado de los médicos, Mourinho y el propio Ramos. Las bajas que acucian al plantel madridista para este partido obligaban a un esfuerzo. Y Ramos tiene la intención de correrlo. Por lo pronto, Mourinho confirmó ayer su titularidad para el partido de esta noche. Eso es sentir un escudo.
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