El Real Madrid, dirigido por Miguel Muñoz y con Puskas, Gento o Di Stéfano entre sus jugadores, se había proclamado cinco veces campeón de Europa y el Levante jugaba en Segunda División, aunque un mes después de aquella eliminatoria logró ascender a Primera.
La anécdota de aquella eliminatoria fue que el encuentro de ida se disputó en el campo valencianista de Mestalla y no en el del levantinista Vallejo por tener una mayor capacidad el primero. La eliminatoria se resolvió con una victoria merengue por un marcador global de 7-2, ya que el equipo madrileño venció en Valencia por 1-4 y una semana después volvió a ganar, en esta ocasión por 3-1, en el Santiago Bernabeu.
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