El anuncio hecho de su marcha al final de la presente temporada, no ha cambiado el panorama. la directiva del club blanco no se ha alterado.
“El técnico quiere ser el 'jefe' de todo, incluso por encima de Valdano, No se observa cambio alguno y, de verdad, la tranquilidad preside los movimientos en las oficinas blancas.
El entrenador portugués inició en los últimos días del mes de diciembre una batalla en la que buscaba saber hasta dónde llegaba su poder dentro del Real Madrid y ya ha comprobado que no está por encima del bien y del mal, que es un empleado, con carácter ejecutivo eso sí, pero supeditado a las órdenes o directrices que marca el club.
En el Inter, en su primer año, vivió una situación muy parecida. Con el Scudetto en el bolsillo, y con los rumores que apuntaban el interés del todavía candidato Florentino Pérez, se presentó en las oficinas particulares de Massimo Moratti en pleno centro de Milán con el fin de aclarar su situación. Semanas antes pronunció las palabras mágicas. "A final de temporada veremos qué sucede". Lo que pasó fue un nuevo contrato, con ampliación de años y dinero, extremo complicado en el Real Madrid.
La situación no ha pillado de sorpresa a ningún directivo del Real Madrid. En las negociaciones que mantuvieron con el técnico en el pasado mes de junio, entrenador y club llegaron al acuerdo de pactar el precio de una eventual rescisión del contrato, así como la posible salida del club de Mourinho por decisión propia. El portugués se basa en ese apartado del vínculo que le une con el Real Madrid para hablar con esa ligereza de su posible adiós
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